La Cornacha da paz a Jesús en los momentos de "amargura"
El barrio de San Amador, o La Cornacha, se convirtió por unas horas en Gethsemaní. “Abrazó” a Jesús de la Oración en el Huerto y sintió la necesidad de consolar a La Amargura. El desfile emocionó con una impresionante salida desde la parroquia del patrón de los marteños.
Los pasos se expusieron desde por la mañana para que los fieles pudieran, en silencio, orar a Jesús y a La Amargura. Y por la tarde, tras un acto de hermandad, salieron a la calle. Primero fue la Oración en el Huerto, con un impresionante olivo y rodeado de claveles rojos. Veintiocho costaleros, bajo el mando de Francisco Javier Martos, lo pasearon, con aires trianeros, desde la plaza de San Amador, al ritmo de la Agrupación Musical de El Carpio (Córdoba), que estrenó una marcha para Él, “Oración en Gethsemaní”, obra de José Manuel Sánchez, con la que el Señor “bailó” al son de la música.
Si el paso de Cristo fue brillante, el de palio no se quedó atrás. María Santísima de la Amargura, rodeada de claveles y gladiolos blancos, salió triunfal, y no sin dificultad, del templo. Para que ello fuera posible se esmeraron sus treinta y dos costaleros, que abandonaron el templo con paso a tierra para llevar a su Reina hasta el exterior y pasearla por las calles, guiados por el capataz Rafael Barranco y al ritmo de la Banda de Música de Lopera. Las mantillas que caminaron cerca de la Virgen, los nazarenos que alumbraron el camino y el recorrido por estrechas calles fueron otras de las notas dominantes de un Miércoles cargado de pasión en la ciudad marteña.