La ciudad se echa a la calle al oír los primeros cohetes

El espectáculo de fuegos artificiales marcó el comienzo de la feria grande de Martos. Multitud de vecinos se agolparon en la Vía Verde del Aceite para disfrutar de uno de los momentos más bonitos de estos días de celebración. Música, luz y pólvora se mezclaron ante miles de personas que rompían a aplaudir cuando el atronador sonido de los cohetes desgarraba el cielo marteño, al igual que cuando la luz que dejaba se disolvía y dejaba, en su rastro, humo que jugaba con el láser para potenciar la belleza del montaje ideado por Pirotecnia Sánchez.

22 ago 2015 / 08:27 H.

Un montaje que encantó a todos los vecinos que los pudieron disfrutar. Con este buen sabor de boca, tocaba inaugurar, ahora así, de forma oficial, la Feria y Fiestas de San Bartolomé con el encendido de la portada. La comitiva del equipo de Gobierno desfiló desde el lugar de los fuegos hasta la entrada al Recinto Ferial. “Oooh”, se escuchó cuando las luces mostraron la portada que este año se tenía preparada. Y una marea de gente comenzó a subir desde la entrada hasta la parte llana del ferial, el mejor lugar en el que disfrutar de lo que la noche de feria podía ofrecerles.
Tras la noche inaugural de la Feria y Fiestas de San Bartolomé, que se convirtió en madrugada e, incluso, en amanecer para algunos, tocó disfrutar de las actividades que se tenían preparadas durante el día. La Avenida Pierre Cibie fue el escenario para disfrutar del jolgorio a la luz del lorenzo. Farolillos y banderitas adornaron la calle mientras se escuchaba sevillanas, se bebía y se comía en las terrazas de los bares, que, nunca mejor dicho, hicieron su agosto, aunque fuera a finales de mes y en pocas horas.
El calor era inaguantable, sin embargo, muchas fueron las personas que no quisieron perderse la tradición de disfrutar de las casetas y las terrazas. Familias, jóvenes, mayores, todos tenían cabida aquí. Mucha gente en las calles y música en directo, un ambiente que animó a muchos a ponerse a bailar. Valientes también fueron las mujeres que, hasta allí, se desplazaron vestidas de gitana y que no solo se quedaron en la avenida, sino que subieron la cuesta hasta el mismo ferial.
El rebujito y la fiesta estaban presentes allí también y, poco a poco, los asistentes fueron encontrando su sitio, como a la sombra que los pinos del recinto ferial, que hacían que el bochorno fuera más soportable. La sombra de la arboleda era, como muchos bromearon, “una caseta sin nombre” que, a medida que avanzaba la jornada, pasó a llamarse “Vamos a pasarlo bien”, sin duda un nombre muy acertado. Todo eran risas, bailes y cantes, donde se notó que la gente disfrutaba verdaderamente de la fiesta.
Para la jornada de hoy, más fiesta, teatro, a las diez y media de la noche, con la obra “Aquí huele a muerto” y la esperada actuación de “Andy y Lucas”, en el Auditorio Municipal, que se espera que reúna a mucho público.