La "champions" turística
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (conocida por sus siglas en Inglés Unesco) incluyó a Baeza y Úbeda en su lista mundial de lugares de máximo interés mundial el 3 de julio de 2003.
Una década después, los dos ayuntamientos jiennenses lograron ingresar en el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, fue el pasado 22 de marzo. Con la incorporación jiennense, el club lo componen quince ciudades. Aparte de esfuerzos políticos, la inclusión en este lista cuesta dinero, en concreto, 50.000 euros al año más una tasa extraordinaria, de 600.000, asumida por todas las ciudades del grupo. Con este desembolso, se hace frente a los gastos derivados de cambiar la imagen corporativa de la asociación, su web y otros gastos por el estilo.
Pero, ¿por qué este anhelo? El alcalde baezano, Leocadio Marín, lo explicó ayer. En esto del turismo, la ciudad es una recién llegada. Ingresar en el club de ciudades españolas con las que comparte el título de la Unesco le permite aprender de los mejores, de destinos consolidados como Alcalá de Henares, Ávila, Cáceres, Córdoba, Cuenca, Ibiza, Mérida, Salamanca, San Cristóbal de la Laguna, Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona y Toledo. “Es una avance extraordinario”, dijo Marín que relató como, en meses, el hecho de ser del grupo permitió la promoción de las dos ciudades a EE UU, Italia, Alemania o Japón. Además, como conjunto, las “ciudades patrimonio” tienen convenios de colaboración, por ejemplo, con la Fundación Thyssen-Bornemisza, que gestiona la mayor colección de arte privada de España. Esta es una de las razones que llevó a la Diputación a asumir la cuota de las dos ciudades de este año, que no tenían presupuestadas. El presidente de la Administración jiennense, Francisco Reyes, justificó esta acción por ser, en sus palabras, “un aldabonazo más a la promoción turística de la provincia”.
La concejal de Cultura ubetense, Josefa Olmedilla, agradeció la labor de años que permitió a Úbeda y Baeza situarse en esta posición tan privilegiada, dentro de un grupo, en sus palabras, “apolítico”, que solo busca el beneficio de los socios para mejorar su capacidad turística y gestionar de forma adecuada y eficiente un tremendo legado arquitectónico y cultural.