La “casa” de los iberos ya va al 73%

Imagine un pasaje para retroceder casi treinta siglos atrás; una puerta abierta desde el Paseo de la Estación al tiempo de quienes están considerados como los primeros pobladores de una España que, entonces, no lo era: los iberos.

11 sep 2015 / 08:19 H.

Y, una vez franqueada esa entrada, en la primera planta, la fascinación hecha materia ante las piezas de un conjunto escultórico que no tiene parangón en la Península: las del yacimiento porcunense de “Cerrillo Blanco”. En la segunda, el viaje se detendría en la ciudad fortificada de Puente Tablas y en los rituales de la muerte y, por último, en una tercera planta, una escala en la vida cotidiana de los habitantes de Iberia.
A falta de que la Consejería de Cultura, al alimón con la Universidad de Jaén (UJA) y la empresa Musaraña, definan el proyecto museográfico —y para ello mantendrán hoy una reunión—, estas son algunas de las “ideas” que se barajan sobre la distribución de las “más de 3.500 piezas” arqueológicas que dotarán de contenido a esa máquina del tiempo que será el Museo Ibero. Un espacio que ya se encuentra al “73%”. Lo dijo la delegada de Cultura, Pilar Salazar en una visita a las obras al hilo de la polémica suscitada por la cesión de los terrenos en la que valoró el “buen ritmo” de los trabajos y se mostró convencida de que, esta vez, los plazos se cumplirán. “Estarán finalizadas para el primer trimestre de 2016”, aseguró, incidiendo así en el último horizonte fijado por la Consejería.
Acompañada de miembros de la asociación Amigos de los Iberos, a los que calificó cariñosamente de “guardianes del castillo”, Salazar señaló que, en lo que va de año, la Consejería de Cultura ha invertido “casi 4,5 millones de euros” en los trabajos. Quedan por ejecutar aún 12 de los 24 millones en los que está presupuestado un museo que —resaltó la delegada—: “Para el año que viene debe ser una realidad”. “Tenemos que poner a Jaén como punto de referencia en este Viaje al Tiempo de los Iberos que es un producto consolidado”, enfatizó Salazar, que destacó los beneficios de la sinergia entre la cultura y el turismo como “generadora de empleo”. “Era algo que nos tocaba ya. Jaén necesitaba su punto de referencia y es una realidad, le pese a quien le pese”, apostilló. No apuntó directamente a nadie, pero en la mente de todos estaba la controversia derivada de la necesidad legal de que el Ayuntamiento ceda a la Junta el solar sobre el que se levanta el museo.
En el año 2004, un convenio a cuatro bandas entre el Estado, la Junta de Andalucía, la Diputación y la Administración local permitió que esta última se hiciera con la titularidad de los terrenos a cambio de que, “simultáneamente”, los “pusiera a disposición” al Gobierno andaluz para que este rehabilitara y acondicionara el solar de la “cárcel vieja” y edificara el Museo de Arte Ibero. El artículo segundo del acuerdo era tajante y a él se aferra, ahora, el equipo de Gobierno local para negar la cesión que le pide la Junta. Pero —repuso ayer la delegada de Cultura—: “Cuando se produjo la puesta a disposición no había nada y ahora tenemos un edificio y la Junta o cualquier Administración que se precie necesita en su inventario de bienes tenerlo matriculado para poder certificar una obra que ha construido”.
Así lo establece la nueva Ley de Intervención. “No puedes certificar el final de obra o una obra, si la titularidad es tuya”, explicó Salazar. La delegada apuntó que el Ayuntamiento “no le puede poner trabas, ni pegas” a esta “solución”, porque se trata de una cesión de terrenos gratuita sobre una puesta a disposición que ya existe. Pero, además, razonó: “Con una crisis, no podemos explicar a la ciudadanía que nos hayamos gastado 24 millones de euros en algo y, menos, que, después de haberlos gastado, no podamos abrir [el museo] por un trámite administrativo como este”. No obstante, se mostró optimista: “No creo que haya el menor problema. Sentándose y dialogando estas cosas se solucionan”. Su “mayor preocupación” —concluyó— es que las obras se “finalicen en tiempo y forma” y que la ciudadanía pueda disfrutar cuanto antes de un museo que —dijo, convencida— será un “icono en España”.