La carretera de la Costa Tropical
Sería raro que el campo de fútbol de La Carolina, por ejemplo, estuviera dedicado a Lautaro, el mapuche que resistió los envites de los conquistadores españoles que invadieron Chile, allá por el siglo XVI.
Es normal que un aeropuerto, un hospital o una estación tengan, normalmente, el nombre de algún personaje local. Cuando no se opta por el tributo, los topónimos vienen muy bien. Por ejemplo, el nudo ferroviario que existe entre Baeza y Linares, sabiamente, fue bautizado como Estación Linares-Baeza. Con este espíritu de concreción, la A-44, autovía que enlaza Bailén y Motril, tomó el nombre de los municipios de salida y el de la original llegada, trasladada actualmente al término granadino de La Gorgoracha. Pero el Gobierno, que ya la dedicó a Sierra Nevada, le añade ahora el título de Costa Tropical. Está bien, allí lleva esta arteria, pero también atraviesa Jaén; puestos a cambiar, podría ser la Balién-Costa Tropical. Los nombres sirven para situar y orientar y, con la modificación, se puede pensar que la A-44 solo lleva a Granada y su costa. En la vecina provincia, la carretera tiene menos baches, por cierto.