La candidatura de la Catedral requiere planificación y financiación
La candidatura de la Catedral de Jaén para ser declarada Patrimonio de la Humanidad es un largo camino que tiene que salvar importantes vicisitudes, pero al margen de esa difícil carrera, es más importante preservar en buenas condiciones el bien monumental más preciado de la ciudad y uno de los más relevantes de la provincia.
La proyección pretendida con dicha candidatura requiere de un trabajo de campo en el que Úbeda y Baeza son ejemplo del trabajo y requisitos que tiene que cumplir el reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (Unesco). Pero antes del riguroso trabajo arquitectónico, histórico y social, es necesario que el preciado monumento y su entorno, un asunto que no es menor para los especialistas que validan las opciones de las distintas candidaturas, estén en perfectas condiciones. En este sentido, las cubiertas de la Catedral son uno de los puntos delicados en su conservación. La segunda parte para el arreglo, a la que se han destinado 4,9 millones de euros por parte del Ministerio de Cultura, supondrá acabar con un serio problema. Una vez que el conjunto monumental esté en perfecto estado de revista es necesario profundizar en su entorno, un aspecto en el que trabaja desde hace un tiempo el Ayuntamiento y que requerirá de una correcta planificación y de un deseado consenso para que partidos y vecinos queden satisfechos. Con ese plan integral de actuación las opciones de la Catedral aumentan ostensiblemente. De igual forma, junto con el decidido apoyo de financiación pública hecho por las distintas administraciones (Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Ministerio de Cultura) se requiere también el de la Iglesia para que este preciado bien artístico mantenga su esplendor y pueda proyectarse todavía más gracias a un aval de carácter mundial del que ya disfrutan Úbeda y Baeza.