04 dic 2015 / 17:57 H.
Una vez más ha llegado el otoño y como es de rigor, cuando las aceitunas más tempranas apenas comienzan a enverar, se inicia la esperada faena que ocupa durante una buena temporada a la gente sencilla de esta tierra, la recogida de ese fruto que es la esencia del ser y el haber de la provincia. Porque no nos engañemos, la sociedad de Jaén se sustenta fundamentalmente sobre el cultivo del olivar, tanto desde un punto de vista laboral por el número de jornales que genera y su indudable incidencia sobre el índice de paro, como desde el empresarial por ser la actividad básica de producción de la economía de la provincia. No queda aceite de la pasada campaña, los precios subieron debido a la escasez y a partir de ahora habrá aceite nuevo. Es en este momento cuando conviene reflexionar sobre la situación del mercado y ser precavidos a la hora de tomar decisiones respecto a la conveniencia de poner a disposición de los distribuidores el aceite que comienza a llegar a las bodegas, o bien guardarlo, en función del precio que estén dispuestos a pagar. El mercado del aceite de oliva es demasiado sensible a la acción de los especuladores y de los grandes distribuidores, que por lo general suelen jugar con dos ases en la manga, en primer lugar la ventaja de saber que el aceite está almacenado por cuenta de los productores y por tanto sin coste alguno para los posibles compradores, y en segundo lugar la necesidad de los productores de vender a precio de mercado para poder pagar gastos y seguir el ciclo de cultivo. Esto hace que sea muy fácil manipular el precio y hacerlo caer hasta valores de escasa o nula rentabilidad para los agricultores. Los precios han comenzado a bajar en cuanto se ha cosechado el primer aceite del año, sin ninguna razón, puesto que apenas hay aceite de enlace y la campaña no se adivina demasiado buena. Con la sequía que tenemos puede que el aceite escasee a lo largo de 2016. Por el bien y el futuro de esta tierra, quizás los agricultores y las cooperativas deberían considerar la posibilidad de mantenerse firmes y no vender aceite a precios no rentables. El año es muy largo y puede que sea mejor esperar y ver qué sucede.