14 ago 2014 / 22:00 H.
La Cámara de Comercio de Jaén resiste. El plan de viabilidad que acaba de aprobar por unanimidad la institución supone una carrera de fondo que nace de una situación caótica y muy complicada, para llegar a una solución que garantice la continuidad a su actividad. Los nuevos gestores, con el empresario Manuel Barrionuevo a la cabeza, se han empeñado en ello y los trabajadores, que llevan un año sin cobrar, están dispuestos a remar en la misma dirección. La losa de la deuda es gigantesca. Lo más urgente, 1,5 millones de euros y, con algo más de tiempo para afrontarlo, 4,5 millones de euros más. Son palabras mayores, de ahí que el plan implique un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal para parte de la plantilla. Conforme lleguen los programas, los empleados podrán ir reincorporándose a sus puestos y se espera, en suma, que en seis meses se pueda rescatar a la totalidad. En la actualidad, el principal impulso se espera que llegue en forma de préstamo, para desbloquear los embargos que impiden que lleguen fondos de proyectos que ya están ejecutados y otros nuevos. Unido, a la perentoria necesidad de saldar la deuda con Hacienda y la seguridad Social. Pero, además de recabar el sostén financiero, la recuperación tiene que llegar también desde dentro, con un cambio de mentalidad y de parámetros de actuación. Es necesario, ahora más que nunca, que el tejido empresarial recobre la confianza en una institución que ha demostrado, gracias a sus trabajadores, que no puede desaparecer. Es la hora de dejar de lado las luchas intestinas y trabajar en la misma dirección. El Consejo Andaluz y el Consejo Superior de Cámaras dispuestos a no dejarla sola. La fase crucial arranca en septiembre.