La calle es nuestra
José Benítez desde Jaén. Rememorando la frase de Fraga (cuando era ministro del Interior en la época de Arias Navarro —apodado 'el carnicerito de Málaga'. En la posguerra, siendo fiscal de los tribunales franquistas, envió al paredón a miles de malagueños—) la calle es mía. Otro gallego intenta ocupar él solo la calle, birlándosela a la sociedad y reinaugurando el famoso y triste Tribunal de Orden Público franquista.
Hace años me decía Manuel Anguita que cuando ibas a una manifestación en la época del régimen anterior, tenías que ir con el carné en la boca y veinte mil duros en el bolsillo para evitar ir a la cárcel, por si algún poli te detenía. Pues ahora pasará igual, birlándole a la Justicia que pueda actuar, pues el juez no podrá pronunciar sentencia en esos casos. Irás de patitas a la cárcel o tendrás que pagar una multa millonaria. Algunos medios recogen la siguiente noticia: “Leyes para acallar la protesta. El presidente del Gobierno legisla sobre la seguridad ciudadana y la huelga. Lo hace en contra de los movimientos sociales y en busca de su mayoría silenciosa”. Dice que son más los que se quedan en sus casas que los que salen a la calle a protestar por el robo bancario de las preferentes, los recortes salariales y en pensiones. La rociera Fátima Báñez dice ahora que cuando la economía lo permita, subirán las pensiones un 0,50 en lugar del 0,25 hasta ahora legislado. Chapuza sobre chapuza, robo sobre robo.
Ahora, el Gobierno planea cambiar 15 leyes (en España lo que sobran son leyes que se cumplen solo para: los ciudadanos de a pie. Los que van en coches oficiales, esos se libran de esas leyes) para combatir la corrupción. Lo que hace falta es vergüenza por parte de los políticos que mangonean la justicia y se reparten los cargos en las distintas Instituciones: CGPJ, TSJ, etcétera. Cuando un cargo policial “mete” las narices en asuntos turbios —Gürtel, el ático de lujo que usa— y luego “dice” que compró —en Marbella el actual presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, etcétera— que les concierne lo quitan de en medio, argumentado que “son reajustas”. Caso de los comisarios José García Losada y Enrique Rodríguez Ulla, y en la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) cuatro mandos serán designados “a dedo” dentro de un mes. Los actuales están sacando demasiados “trapos sucios” del partido que mal gobierna España. O lo queda de ella. Y la cúpula de los empresarios andaluces también se ha visto salpicada por un delito: “Un juez investiga si la CEA estafó medio millón a seis constructores”. Y en la misma fecha, la prensa informa: “El juez del caso Invercaria ordena investigar a nueve empresas de la Junta de Andalucía. El magistrado indaga si hubo uso irregular de las transferencias de financiación”, Otro caso. Este en Cádiz que afecta al PP: “El PP trata de evitar que el caso “Quality Food” siga salpicándole. Romaní recurre su imputación y Moreno se ausenta por una gastroenteritis”. Basura por todos lados. Y doña Teófila mirando a la luna. ¡Y oh!, milagro: “El portavoz de IU en Sevilla renuncia a su acta de concejal por sus imputaciones. Torrijos (si, si, el de las mariscadas y otras “menudencias” gastronómicas). Torrijos esta imputado en dos causas judiciales, una por venta de suelos en Mercasevilla y por su gestión en la Fundación DeSevilla”. Dice que esta renuncia es para no perjudicar a la federación de izquierdas. ¿Pero hay izquierda en algún sitio ¿Ya lo dijo alguien: Las noticias son las malas. Las otras son anécdotas de la vida. Y González Pons es sincero: “El PP es un partido de dirigentes tan honrados como todos”. O sea, tan ladrones unos como otros. ¿Se acuerdan del caso Filesa que sirvió para llenar las arcas del PSOE? Barrionuevo, ministro y Vera su segundo, fueron a la cárcel. El señor X (Felipe González) se libró por los “pelos”.