La Caja de Jaén pone condiciones para acudir a un proceso de fusión
Enrique Alonso/Jaén
La Caja de Jaén reconoce que la integración con otras cajas de ahorros es un proceso, prácticamente, imparable. Su presidente, José Antonio Arcos Moya, dijo, ayer, que la entidad de ahorros de la provincia no será una isla al margen de los movimientos financieros de concentración.
Hay cinco condiciones que se han de cumplir antes de que la Caja de Jaén comience a hablar de fusión con otra entidad financiera.
José Antonio Arcos Moya asegura que tiene que ser un proyecto viable desde el punto de vista empresarial, que debe mantener el modelo de las cajas de ahorros (empresa-fundación), que tiene que conservar el empleo y las condiciones de trabajo de su plantilla, que ha de estar muy vinculado a Jaén para que se mantengan las inversiones en la provincia y, por último, debe de expresar su compromiso con mantener la obra social que ahora mismo desarrolla la Caja de Jaén en la provincia.
El presidente, José Antonio Arcos Moya, y el director general, Dionisio Martín, comparecieron, ayer, ante los medios de comunicación para presentar los resultados de la entidad de crédito. Luego, por la tarde, sus consejeros les dieron el visto bueno en la asamblea que se celebró en el hotel Infanta Cristina. Por primera vez, reconocieron, de forma clara, que el futuro pasa por la integración con otras entidades. Se remitieron al acuerdo del consejo de administración del 25 de julio de 2005, que asegura que la Caja de Jaén tiene un proyecto viable en solitario desde el punto de vista profesional y financiero, pero que, no obstante, se podría compartir por circunstancias estratégicas o de mercado.
Tanto José Antonio Arcos Moya como Dionisio Martín admitieron que estos dos supuestos se dan en la coyuntura económica actual. “No podemos ser ajenos a los intereses del Gobierno, la Junta de Andalucía y el Banco de España, que apuestan por la concentración de las cajas de ahorros para dar más fortaleza y liderazgo a las entidades”, aseguró el presidente.
Sin embargo, los dos máximos responsables de la Caja de Jaén aseguraron que, ahora, no hay ningún proceso de negociación abierto. “Nosotros hemos desarrollado estas condiciones, pero no digo que sean las únicas. Cuando exista diálogo para una fusión, concentración o cualquier otro modelo, pueden surgir más”. Precisamente, José Antonio Arcos Moya y Dionisio Martín recalcaron que los números de la Caja de Jaén permiten sentarse en una mesa para negociar, sin complejo alguno, los términos de un acuerdo con cualquier caja de ahorros. “Siempre hemos sido un plato apetecible. Lo digo en términos coloquiales, pero da una idea de lo que sucede en el mercado: Todos nos han querido poner un piso”, manifestó el presidente.
el tiempo. No hay fecha para acometer un proceso de integración. Además, la Caja de Jaén tiene claro que, si acepta un plan, ha de ser porque le convenga, ya que no necesita que venga una gran entidad para salvarla, ya que sus cuentas son buenas. Sin embargo, el director general, Dionisio Martín, con una importante batería de números como aval, admitió que 2010 será un año muy duro para las finanzas, por lo que las cajas de ahorros han de realizar pronto algunos movimientos estratégicos que las hagan más fuertes.
La asamblea de la Caja de Jaén revisó, ayer por la tarde, los números de la entidad y las previsiones para 2009. La cuenta de resultados que se generará en diciembre bajará entre un 30 y un 35% porque la entidad prefiere sacrificarla para obtener más garantías. Asimismo, la ratio de morosidad está por debajo de la media del sector y tiene una importante cobertura ante impagos. Respecto a la liquidez, es la primera del país.