La Caja de Jaén formaliza una unión de futuro para la entidad

En tiempo récord se formaliza la fusión de la Caja de Jaén y Unicaja, a falta de que sus respectivas asambleas ratifiquen el acuerdo y la Junta de Andalucía dé la autorización pertinente. Las bendiciones políticas vienen de lejos porque la pretensión de crear una entidad fuerte andaluza era un deseo confesado desde la Junta y ahora la primera pieza del puzle ya está encajada. A un mes desde que anunciaran sus intenciones las entidades llegan a un acuerdo con el que se culmina un proceso que, aunque esperado, cobró especial sentido en el contexto económico actual y, sobre todo, por los objetivos que desde una caja andaluza más fuerte se pueden afrontar. Además, como quedó expresado desde el primer momento por la entidad jiennense y la malagueña no será necesario recurrir a ayudas públicas. Frente a algunos análisis que desdeñan el tamaño de la Caja de Jaén es necesario recordar el buen “estado de forma” de la institución que un día puso en marcha la Diputación Provincial. Esta solvencia y los beneficios obtenidos en los últimos balances han allanado el camino de la fusión. Tanto el consejo de administración como la asamblea general contarán con la suficiente representación para velar por los intereses de la provincia. Además, el actual presidente de la Caja de Jaén, José Antonio Arcos Moya, ocupará la vicepresidencia tercera de la nueva caja, que será la quinta mayor de España por depósitos y la sexta por activos. Durante dos años todas las piezas irán encajando en una transición que ya perfila retos a corto plazo. En este sentido, el expreso apoyo a proyectos relacionados con el olivar, con la creación de una nueva área de negocio y financiación, que también incluirá las iniciativas relacionadas con las energías renovables y con la biomasa. Una unión que, como el tópico, hace más fuertes a cada uno de los integrantes para beneficio de sus clientes y provincias.

    16 ago 2009 / 09:34 H.