La bajada de usuarios dificulta la situación económica del asilo

El asilo de ancianos, una de las instituciones más representativas de la ciudad, atraviesa por unos momentos cada vez más delicados. Los efectos de la crisis económica hicieron una importante mella en la situación de la residencia, la cual se complica por albergar, en la actualidad, a apenas 29 usuarios.

27 nov 2015 / 18:59 H.

Una cifra que resulta “insuficiente” para poder sufragar los diferentes costes que genera la casa de Nuestra Señora de las Mercedes. Por eso, desde la orden religiosa que lo gestiona se solicita la colaboración de los linarenses en esta causa.

“La mayoría de los residentes tienen una pensión inferior a mil euros y los gastos son cada vez mayores. La situación es muy difícil pero, pese a todo, les procuramos a nuestros ancianos un bienestar acorde a sus necesidades, en un ambiente familiar. Sabemos que el pueblo de Linares es consciente de que los mayores se sienten aquí como en casa, por eso no dudamos de su generosidad”, indicó la hermana Eulalia, ecónoma del asilo de ancianos.

Con el propósito de salir del atolladero económico y poder “aupar la casa”, la orden religiosa Ecce Ancilla confía en acogerse a nuevas subvenciones otorgadas por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Linares para, así, ofrecer un mejor servicio a sus usuarios. En ese sentido, el asilo proyecta la incorporación de servicios de fisioterapia que vengan a complementar las terapias ocupacionales que realizan los mayores.

El foco de la falta de financiación radica en el considerable descenso de residentes experimentado en apenas dos años. Y es que, mientras que a finales de 2013 el asilo contaba con 55 personas, ahora no se llega a la treintena. Una bajada motivada por la concesión a muchos mayores de plazas públicas y concertadas en otros centros geriátricos, a lo que también se suma el hecho de que apenas se produjeran nuevas altas.

Pero si el contexto actual ya es difícil, la realidad del asilo linarense se agrava, aún más, debido a que la Pía Unión de Caballeros y Damas Siervos de la Caridad se encuentra inmersa en pleno proceso de renovación de estatutos. Esto significa que, hasta que no se alcance su regularización definitiva, no podrán llevar a cabo sus tradicionales campañas de recogida de recursos económicos para destinarlos al asilo. “Nosotros nos vemos obligados a aplazar las salidas hasta que no tengamos los estatutos al completo. Mientras tanto, para paliar eso, seguiremos recaudando fondos a través de la venta del libro “Muerte de un torero”. Con lo que saquemos, más un remanente de dinero que tenemos, seguiremos tratando de cubrir las necesidades del asilo”, indicó Juan Hidalgo, secretario de la Pía Unión de los Siervos de la Caridad.

La labor tradicional de la institución consiste en costear los gastos de la calefacción del asilo durante los meses más crudos del invierno. En la actualidad, sus miembros trabajan para adaptarse a la normativa vigente y, una vez lo consigan, continuarán con la realización de diferentes iniciativas de caridad.