La acuciante necesidad de que Jaén se ayude a sí misma

La economía de Jaén se está resintiendo, no es ajena a la coyuntura financiera mundial y el lado más sangrante de la crisis está dando la cara de forma sobrecogedora a través del paro, con historias de hombres y mujeres que agrandan las listas de desempleados, sin más esperanza que dejar pasar 2009, que para todos los analistas será un año complicado, especialmente negro el primer trimestre, como hasta reconoce el propio Gobierno de la nación. En esta complicadísima situación económica y financiera, las empresas de Jaén disminuyen gastos, ahorran empleo y paralizan todo aquello novedoso que pueda complicarles el balance, más aún cuando las entidades bancarias han cerrado prácticamente el grifo a nuevos créditos, han disminuido a la mitad las pólizas de crédito y no aceptan “papel” como hacían antes de que estallase el agujero financiero mundial. Ante semejante panorama, y mientras amaina el temporal, Jaén y los jiennenses están ante una acuciante necesidad de ayudarse a sí mismos. Que no quede en palabras estériles y en discursos vacíos de políticos y representantes empresariales, porque nos va la vida en ello. A los gobiernos de Madrid y Sevilla exigiremos medidas para aliviar la crisis a las familias, no solamente subvenciones a los bancos, y a la clase política de Jaén hemos de exigirleque a la hora de sus compras y contratos desde las instituciones públicas miren siempre para esta tierra y sus trabajadores. La empresa jiennense está capacitada para afrontar cualquier tipo de reto y echarle una mano no chocará nunca contra la ley. De igual forma, los empresarios y sus representantes han de predicar con el ejemplo, desterrando el cainismo propio de una tierra que hasta ahora veía siempre mejor lo de fuera. Quede rotundamente claro, que si no nos ayudamos nosotros mismos, nadie vendrá a rescatarnos luego.

    22 dic 2008 / 23:00 H.