Kharma vuelve al Jaén de los 80 con la unión de cuatro grupos

Los años de la movida no sólo se ubican en las calles del centro de Madrid ya que, a lo largo de la Transición democrática, las tribus urbanas, muchas de ellas perfiladas en función de sus gustos musicales también se extendieron por Jaén. Aparecían los primeros punkis, los heavys o los rockers. Y los garitos de la capital del Santo Reino eran hervideros de canciones en los que cada concierto era una fiesta, tal y como recuerda Emilio Ramos, excomponente del grupo Reserva del 56. Junto a ellos, toda una maraña de conjuntos de diversos géneros sobre los que sus miembros se movían de una formación a otra —sin complejos o con alguna que otra discusión—. Los ensayos eran sus rituales casi diarios en los que aquellos chavales, unidos además de la música, por la amistad, se preparaban para los directos.
La mayoría de esos grupos se disolvió sin decir adiós a sus seguidores. Unos integrantes dejaron por completo la actividad musical, otros continuaron en solitario, e incluso, algunos volvieron a retomar la banda. Ahora, desafiando al tiempo, la sala Kharma abre sus puertas para reunir a nostálgicos o amantes de la música que quieran conocer lo que se cocía por Jaén en la década de los ochenta. Así, con la iniciativa de Emilio Ramos, de Reserva del 56, la noche del sábado juntará, además de su antiguo grupo, a los que integraron las bandas Room Rockers, La mística sonrisa y Lola nos quiere —formación que, si bien continúa en activo, fue una de las que también se movieron durante aquellos años por Jaén—. Con repertorios de unas seis u ocho canciones cada banda, Kharma se convertirá en una máquina del tiempo para volver a los años ochenta.