Juzgan a un hombre por forzar a su mujer a ser su 'criada'

'La trataba como si fuera su criada'. La Fiscalía describe así el trato que un hombre de la comarca de Sierra Mágina dispensaba a la que ha sido su esposa durante más de veinte años. Entre otras cosas, presuntamente, la obligaba a recoger sus defecaciones. Cuando ella le planteó dejar la relación la amenazó con “cogerla del pescuezo” y matarse después.

    28 sep 2011 / 08:49 H.

    Blas J. R., de 47 años, se sentará en el banquillo de un Juzgado de lo Penal, acusado de delitos de malos tratos habituales, quebrantamiento de medida cautelar y amenazas. El escrito de calificación provisional que contra él ha presentado el Ministerio Público es espeluznante. En él no se describe ni una sola agresión física: no se habla de puñetazos, ni de empujones, ni de patadas.
    El fiscal detalla una situación de malos tratos psicológicos y humillaciones. Relata que Blas J. R. padece una diabetes desde el comienzo del matrimonio que, “deliberadamente, no se trata adecuadamente”. Su enfermedad le produce incontinencia. Según el Ministerio Público, el acusado considera que su esposa tiene “la obligación” de recoger las defecaciones y lavar las sábanas porque el acusado se niega a ponerse pañales. La Fiscalía también asegura que Blas J. R. mantiene “una higiene escasa”. “Toda esta situación ha originado en la mujer que sufra crisis de ansiedad y que padezca un estado de tristeza e infelicidad”, añade.
    Por ello, en el verano de 2010, la esposa planteó al hombre que quería separarse. La reacción del acusado fue “adversa”, según describe el Ministerio Público: “Dijo que no iba a consentir que se fuera y que se la llevaría por delante y que, incluso, antes se mataría”, aclara el escrito de calificación provisional de los hechos. La mujer denunció estas amenazas y el Juzgado de Violencia contra la Mujer de Jaén impuso a Blas J. R. una orden de alejamiento: no podía acercarse ni comunicarse con la que fue su esposa. No obstante, el procesado la telefoneó “en innumerables ocasiones”. De hecho, el 29 de enero de 2011, la llamó nueve veces. En una de sus conversaciones, la amedrentó con “cogerla del pescuezo”.
    Para la Fiscalía estos hechos son constitutivos de delitos de malos tratos habituales, amenazas y quebrantamiento de la medida cautelar. El Ministerio Público reclama una condena de tres años y tres meses de cárcel para Blas J. R., que carece de antecedentes penales previos. El juicio, para el que todavía no hay fecha concreta, se celebrará en un Juzgado de lo Penal de Jaén en los próximos meses. Rafael Abolafia/Jaén