Juzgan a cinco personas acusadas de secuestrar a un camionero
El juzgado de lo Penal número uno de Jaén acogió la vista contra cinco personas acusadas de secuestrar a un camionero que descansaba en una gasolinera de Guarromán mientras viajaba desde Madrid hasta Sevilla y Huelva para repartir 20.000 botellas de licor.

En el juicio, el camionero reconoció que se llevó un buen "susto" porque aunque los acusados no ejercieron una excesiva violencia, pues le mostraron un cuchillo y lo que él identificó como una pistola, lo cierto es que no le amenazaron ni tampoco ejercieron un trato violento. Este hombre explicó que también le ataron las manos y le taparon la boca al principio del trayecto, que se prolongó durante cerca de una hora. El conductor del camión relató que el día de los hechos, el 22 de noviembre de 2007, se encontraba en una gasolinera de Guarromán en la que paró para ducharse y que, cuando estaba hablando por teléfono con un compañero, dos de los cinco acusados se le acercaron y le instaron mostrándole el cuchillo para que se subiera a la cabina. Esas dos personas se pusieron a conducir hasta que trasncurridos unos 45 minutos y después de que ellos hablaran con alguien por teléfono le pidieron que se pusiera él al volante. Al poco, fueron detenidos por un puesto de control de la Guardia Civil, con lo que los dos procesados fueron detenidos. Precisamente han sido estos dos acusados los únicos que en la vista oral se han declarado como culpables, mientras que las otras tres personas imputadas afirmaron ser inocentes. De hecho, estas dos personas, identificadas como Bartolomé R. R. y Antonio G. P., reconocieron que ese día viajaron a Madrid para buscar trabajo y que a la vuelta pararon en esa gasolinera de la provincia jiennense y abordaron al camionero. Sin embargo, rechazaron que todo respondiera a un plan preconcebido así como que se pusieran de acuerdo con los otros tres acusados para ejecutarlo. De igual modo, destacaron que no hicieron daño físico alguno al conductor y uno ellos incluso señaló que le pidieron disculpas por todo lo que estaba pasando durante el trayecto. Al respecto, Antonio G. P. indicó que no llega a explicarse cómo pasó todo y que está "totalmente arrepentido". Por su parte, los otros tres acusados coincidieron en relatar que no tuvieron relación alguna con ese secuestro y que cuando acompañaron a los otros a Madrid para buscar trabajo no tenían ni idea de que el día podía acabar así. En concreto, la mujer señaló que Antonio G. P. le dijo que iban a recoger un camión en esa gasolinera de Guarromán, pero que desconocía que el vehículo no fuera de él. "Confiaba en él plenamente", apostilló. En esta misma línea se pronunció otro de los acusados, quien señaló que mientras que los otros dos iban a por el camión él se quedó en el coche con la mujer esperándoles y que no vio nada. El quinto acusado, que trabajaba en un taller, recalcó que ese día Antonio G. P. le llamó por teléfono y le dijo que iba a llevarle un camión para que lo arreglara, como ya había hecho otras veces, pero declaró que no había ningún plan preconcebido. En su escrito de calificaciones, el ministerio fiscal pide tres años de prisión por un delito de detención ilegal y otros cuatro años por un robo con intimidación y violencia.