Juicio por los mensajes vejatorios a varias niñas
El caso de los mensajes vejatorios enviados desde el celular de un exmonitor deportivo al teléfono de una niña, referentes a varias menores de un equipo de hockey de La Pedriza y con contenido sexual, ya se ha sustanciado. El próximo lunes, a partir de las once de la mañana, se espera la celebración en la sede judicial alcalaína la vista por el asunto, que finalmente se tipificó como falta.
Como presunto autor de los hechos está imputado I. M. P., un alcalaíno de veintitrés años. Al encontrarse desde hace un tiempo en Formentera (Islas Baleares) es muy probable que ni siquiera acuda al juicio, ya que, al tratarse, de una falta, no resulta obligatorio. El joven, que se ha buscado un abogado, se enfrenta, como máximo, a una multa. No obstante, es incluso posible que el asunto se transforme en un delito durante la vista. Se encargará de enjuiciar el caso la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos, Cristina Luis.
hechos. Padres de la aldea de La Pedriza presentaron, hace unos días, una denuncia al sentirse indignados por los mensajes SMS remitidos semanas atrás desde el móvil del imputado. El entrenador, que está desvinculado del Club de Hockey Alcalá, prestaba sus servicios para una empresa como una de las actividades extraescolares solicitadas por el colegio pedricero a la Junta de Andalucía. El imputado se comunicaba a través del teléfono con una de las niñas que hacía las funciones de coordinadora del grupo de compañeras.
Los progenitores de La Pedriza consideran que la supuesta conducta de I. M. P. representaba una especie de venganza, ya que, según cree, culpaba a las niñas de haber sido apartado del trabajo, ya que los modales del técnico generaban descontento entre las jugadoras y sus allegados. Las familias denunciantes aportaron como prueba los textos en formato SMS en los que figuraba el número de teléfono del preparador.
En cuanto a los mensajes, de acuerdo con fuentes de las familias, había desde insultos y amenazas hacia otros de un contenido más escabroso, que incluso mostraban el deseo del autor de mantener relaciones completas.
El caso de los mensajes vejatorios enviados desde el celular de un exmonitor deportivo al teléfono de una niña, referentes a varias menores de un equipo de hockey de La Pedriza y con contenido sexual, ya se ha sustanciado. El próximo lunes, a partir de las once de la mañana, se espera la celebración en la sede judicial alcalaína la vista por el asunto, que finalmente se tipificó como falta.
Como presunto autor de los hechos está imputado I. M. P., un alcalaíno de veintitrés años. Al encontrarse desde hace un tiempo en Formentera (Islas Baleares) es muy probable que ni siquiera acuda al juicio, ya que, al tratarse, de una falta, no resulta obligatorio. El joven, que se ha buscado un abogado, se enfrenta, como máximo, a una multa. No obstante, es incluso posible que el asunto se transforme en un delito durante la vista. Se encargará de enjuiciar el caso la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos, Cristina Luis.
hechos. Padres de la aldea de La Pedriza presentaron, hace unos días, una denuncia al sentirse indignados por los mensajes SMS remitidos semanas atrás desde el móvil del imputado. El entrenador, que está desvinculado del Club de Hockey Alcalá, prestaba sus servicios para una empresa como una de las actividades extraescolares solicitadas por el colegio pedricero a la Junta de Andalucía. El imputado se comunicaba a través del teléfono con una de las niñas que hacía las funciones de coordinadora del grupo de compañeras.
Los progenitores de La Pedriza consideran que la supuesta conducta de I. M. P. representaba una especie de venganza, ya que, según cree, culpaba a las niñas de haber sido apartado del trabajo, ya que los modales del técnico generaban descontento entre las jugadoras y sus allegados. Las familias denunciantes aportaron como prueba los textos en formato SMS en los que figuraba el número de teléfono del preparador.
En cuanto a los mensajes, de acuerdo con fuentes de las familias, había desde insultos y amenazas hacia otros de un contenido más escabroso, que incluso mostraban el deseo del autor de mantener relaciones completas.