Juicio al exalcalde de Torreperogil acusado de permitir vertidos tóxicos

El exregidor defendió su inocencia.
“Toda mi intervención en ese proceso tendió a resolver el problema que se había creado con los vertidos y que, finalmente, se logró solucionar”, explicó Francisco Checa una vez que concluyó la primera jornada del juicio que se celebra contra él en el Juzgado de lo Penal número 3 de Jaén. El antiguo alcalde de Torreperogil (IU), que siempre ha defendido la legalidad de su actuación, se enfrenta a una petición de tres años de cárcel por parte de la Fiscalía.
Este proceso arranca en agosto del año 2000, hace ya más de once años, cuando el Ayuntamiento, entonces regido por el socialista Francisco Villar, recepciona las obras del polígono industrial. Sin embargo, en 2003, ya con Francisco Checa como alcalde, la recepción definitiva no se realizó debido a que el arquitecto municipal constató en un informe “problemas de la instalación y el funcionamiento de la depuradora de aguas residuales”. A pesar de eso, el fiscal sostiene que Checa, “en su condición del alcalde permitió la instalación y el funcionamiento de naves industriales”. Eso originó “una continua emisión de aguas residuales e industriales procedentes de esas naves, al carecer de sistema de evacuación”.
La Fiscalía califica los vertidos de “tóxicos y peligrosos”. Los propietarios de la fincas colindantes denunciaron los hechos ante el Ayuntamiento y pidieron soluciones para que no volvieran a producirse los mismos problemas con los residuos. Sin embargo, el Ministerio Público considera que el entonces alcalde y ahora acusado no hizo nada: “No adoptó medida alguna para evitar los vertidos de las 91 naves del polígono”. Es más, siguió concediendo más licencias, según siempre el fiscal. “Se trataba de una zona industrial y se cumplían todos los trámites y requisitos pertinentes”, defendió Francisco Checa.
El Seprona constató que los escapes seguían produciéndose en 2007. Según los informes de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y de la Delegación de Salud, se trata de “sustancias tóxicas y peligrosas para el equilibrio del sistema, lo que ha provocado la contaminación de aguas subterráneas”. Además, el fiscal también habla de “riesgo higiénico sanitario para la salud de las personas”. Por ello, acusa a Francisco Checa de un delito ecológico, por el que le piden tres años de prisión, y otro de prevaricación, por el que reclama que haga frente a una multa de 3.600 euros y sea inhabilitado para ejercer como alcalde durante ocho años. La defensa del antiguo regidor perogilense reclama la libre absolución de su cliente “con todos los pronunciamientos favorables”.
Ayer se celebró, a puerta cerrada por orden de la juez, la primera jornada del juicio. Además del propio Checa Talavera, también comparecieron como testigos dos de los vecinos afectados, que ejercen la acusación particular. Fuentes judiciales cercanas al caso explican que ratificaron la declaración del exalcalde, al asegurar que intentó solucionar el problema que existía con los vertidos. Igualmente, fueron llamados a declarar los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil que realizaron la investigación y las distintas inspecciones oculares del paraje, así como otros de los residentes de la zona afectados.
Para hoy está prevista la segunda jornada de la vista oral, en la que están citados varios técnicos de la Confederación y de la Junta de Andalucía. Serán interrogados sobre la composición y la toxicidad de los residuos vertidos a las fincas colindantes con el polígono de Torreperogil. Después, la Fiscalía y la acusación particular deberán decidir si tienen pruebas suficientes para mantener los cargos.
Segundo juicio. Este es el segundo proceso penal que se celebra contra Francisco Checa. El exalcalde salió absuelto de un delito de prevaricación. Lo acusaban de no cerrar una funeraria que había abierto sin los permisos pertinentes.