Júbilo por el Cristo de Charcales
Los vecinos del barrio de la Glorieta y el resto de los jiennenses se reencontraron de nuevo con una de las imágenes más entrañables de la capital, que congrega a un gran número de fieles y peregrinos en torno a su romería.

El Cristo de Charcales, que tomó su nombre por el lugar en el que se encontró —unos charcos— a finales del siglo XVII, recorrió en procesión, a partir de las 19:00, la Fuente de la Peña y el barrio.
El cortejo estuvo acompañado con varias hermandades, con la presencia del alcalde de la ciudad, José Enrique Fernández de Moya; la hermana mayor de la cofradía, Manuela de Dios; el párroco de San Pedro Pascual, Emilio Samaniego, así como otras autoridades. La talla estuvo arropada durante su recorrido por un gran número de jiennenses que se acercaban a ver al Cristo del Arroz, cuya comitiva presidía la Agrupación Musical de la Piedad y Estrella y cerraba la Banda Municipal. La Glorieta disfrutó de la imagen durante horas, hasta las diez de la noche.
Por la mañana, un pasacalles recorrió con estandartes y banderas el centro de la capital, para hacer parada en el Camarín de Jesús, donde la cofradía del Cristo del Arroz y la de Nuestro Padre Jesús Nazareno intercambiaron sendas ofrendas, con claveles y una oración. Y se continuó con una misa en la Fuente de la Peña, donde los párrocos de San Pedro Pascual, Emilio Samaniego y Carlos Moreno, oficiaron la ceremonia, amenizada por el Coro Jacaranda. Después, los fieles disfrutaron en familia del resto de la jornada en la Fuente de la Peña, donde comieron y bebieron mientras esperaban la salida de una de las tallas más queridas por los jiennenses.