Juana María Ruano
Tiene muy claro que el toreo es un arte y que hay varias cuestiones que sería importante replantear de cara al futuro de la tauromaquia. Y no solo como gran conocedora por su afición, desde pequeña, sino también por el trabajo que Juana María Ruano realiza como peiodista freelance, que en su mayor parte se enfoca también al sector.

—¿De dónde le viene su afición al mundo de los toros?
—Siempre hemos sido muy taurinos en mi casa. Mi abuelo fue durante un tiempo médico de la plaza de Linares, e incluso le dedicaron una calle en la ciudad. La Joaquín Ruano, también conocida como calle Nueva. La afición me viene desde que tengo uso de razón. En casa he oído hablar mucho del tema taurino y, claro, luego yo ya me he ido metiendo un poco en el mundillo. Luego lo que es el tema de reportajes, artículos y todo eso, aunque mi padre, que era maestro y abogado, colaboró durante mucho tiempo en Diario JAÉN, ha sido más una cosa mía.
—Ha aunado por una parte su pasión por los toros con, por otra, la pasión por el periodismo. ¿No es así?
—Sí. No soy de facultad, sino que hice unos cursos de Periodismo en Madrid, en una escuela de radio, televisión y prensa. A partir de ahí fue cuando entré más profesionalmente, ya que nos encargaban trabajos en la misma academia y empecé a tomarlo más en serio. Desde siempre me han gustado las entrevistas y reportajes, pero no fue hasta hace unos diez o doce años que los hago como freelance en plan más profesional.
—¿Siempre enfocada a los toros?
—Principalmente. Pero también he hecho algo de teatro, e incluso he entrevistado a algún político. Ahora, por ejemplo, en este tiempo de campaña mucho más porque todo el mundo quiere salir en los medios. Pero sin duda donde más me he centrado es en el tema taurino.
—¿Qué géneros ha tocado más?
—Yo me he dedicado más como articulista y entrevistadora que a hacer crónicas de corridas, aunque también he hecho.
—¿Y a quién destacaría de entre las personas relacionadas con el toreo que ha entrevistado?
—Entre otros, a Pepe Luis Vázquez hijo, al Cordobés de ahora, o a los responsables de la ganadería de Prieto de la Cal, en Huelva. Ahí me acuerdo que pasé un frío tremendo y es donde vi al toro más de cerca la primera vez, y no me impresionó mucho. No me dio miedo. La que más me ha llegado porque me dio muy buena impresión fue Enrique Ponce, que le entrevisté durante una feria en Sevilla, y era la persona más sencilla del mundo. Muy asequible, agradable, te da mil explicaciones, le preguntas una cosa y te la desarrolla.
—¿Qué habría que replantear en la fiesta de los toros?
—Muchas cosas, y precisamente por eso creo que atacan más también. Ahora se enfoca desde muchos sectores como si esto fuera un espectáculo sangriento. Yo creo que los mismos que componen el mundo del toro no se han preocupado en que esto derive. Por encima de todo que el toreo es un arte, eso es lo primero y principal. ¿Que es a cuenta del sacrificio de un animal? ¿Pero es que no tienen en cuenta los animalistas que el animal que no va a una plaza de toros va al matadero? No está criado para eso, de acuerdo. Pero el toro que no va a la corrida no lo dejan en el campo para que se muera de anciano (a no ser los sementales). Se ataca porque se ve solo como un espectáculo sangriento. Y están tocando, sobre todo en Madrid, que los descabellos no sean a lo mejor más de dos, sobre todo para que no se vea. Eso sí, con lo taurina que yo soy, cuando le dan una estocada al toro y le da el vómito… no puedo. Una amiga mía, que es muy antitaurina, coge vídeos de corridas en los que se les ve caer las lágrimas porque sufre; yo no lo he visto. Pero, oye, ¿qué sabemos en los mataderos lo que hacen? Y una cosa que siempre digo: ¿Cuándo se va a regular o a proteger la matanza del cerdo? No se puede sacrificar a ese animal de esa forma, y sin embargo yo no he oído a nadie que proteste. Eso sí, luego todos nos comemos los bocadillos de jamón.
—¿Qué otros obstáculos tiene el mundo de los toros?
—Por ejemplo, el precio. Es un espectáculo caro, y no se le puede echar la culpa siempre a la crisis, que ya está un poco pasada. Luego parece que¡, como ahora, todo este tinglado lo cojan dos o tres empresas fuertes ahí no va a poder entrar nadie. Es como un monopolio que tienen entre unos y otros. Yo no quiero todos los carteles que sean con Morante y Talavante. Y mira que me gustan los dos diestros. Pero, claro, hay que dar un poco de margen a que entren todos porque es que si no… eso es un punto que deben cambiar. Pero claro, venden los toreros y venden los toros. La empresa que lleva a Morante y Talavante, que es americana, ha comprado la ganadería de Zalduendo. Entonces van juntos. Eso, aunque ellos lo crean así, no beneficia. Si das más actuaciones al que está en primera línea, ¿por qué no al que está en segunda? Porque a lo mejor estaría más arriba si se le diera más cancha. Imagino que en el resto de espectáculos pasará un poco igual. Y luego los ganaderos. El otro día oí que por lo visto han votado en el parlamento en Bruselas que la asignación que se le da a todos los ganaderos se le retire a los del ganado bravo. ¿Como se puede hacer esa selección?
—Linares ha sido un referente del toreo y durante la última feria han sido muchas las críticas al contar con una sola corrida. Como linarense, ¿qué opina al respecto?
—Ha sido peor que vergonzoso lo de este año. Al empresario le ha importado un pimiento la feria taurina. Ha sido un insulto a la Feria de San Agustín y a la propia plaza. ¿Cuándo se ha visto que el día 28 de agosto se dé una becerrada? A uno le echaron un añojo, con lo que era mixta, con una escuela taurina. Me parece muy bien que se dé oportunidad a todos, pero se pueden hacer combinaciones y otras cosas. Pero no sé cómo lo ha permitido el Ayuntamiento, que también tiene dinero para lo que quiere. Tiene un presupuesto para la feria, el alcalde dijo que es el que es… pero luego han traído a Raphael. Que mira que yo soy muy raphaelista. Y eso ha costado un dinero, con una Orquesta Sinfónica de Almería y que Raphael tiene un caché porque es una primerísima figura. Se ha preferido a lo mejor emplearlo ahí y no dar otra corrida. Tenemos aquí un Curro Díaz, todo el mundo sabe la clase de torero que es, y está en un punto que… pasa el tiempo y sigue ahí. Y eso es por falta de oportunidades.
—En el caso de la Feria de San Lucas, sí que contaron con otro diestro de Linares, Adrián de Torres. ¿Cómo lo ve?
—Todavía tiene poco rodaje. Los toros, por lo que me cuentan, estuvieron por encima de los toreros. Pero eso es una cuestión, como hablábamos antes, de oportunidades, así que cuando tengan más rodaje estarán mejor. El empresario dice que perdió dinero, porque la primera tarde no fue buena, y aunque la segunda no fue tan mala, estuvo todo el tiempo que si llueve, si no llueve…
—Hemos hablado de la fiesta. ¿Qué opina del futuro de los toreros? ¿Hay cantera?
—Yo creo que sí, que hay gente joven que está empujando y que quiere. Pero es que están empujando precisamente en un momento malo, que yo creo que aquí todos están muy ilusionados en que donde hacen las cosas mejor y las combinaciones de carteles mejor es en Madrid. La de la capital de España es una plaza de temporada y hay muchos carteles que empiezan entre marzo y octubre. Pero, claro, si todos quieren tener una oportunidad en Madrid, no hay puestos para todos. Ya está el problema también en los pueblos, en provincias. ¿Qué ha pasado este año en la de Jaén? ¿Qué carteles han dado? Algunos muy extraños y no han contado con toreros de la provincia. Eso es cosa de los empresarios, que van solo a su bolsillo. Claro que tienen culpa. Y luego van con figuras que no llenan. Incluso Enrique Ponce en algunos sitios no ha llenado, ha habido a lo mejor media plaza, e imagínate que no necesita más publicidad.
—¿Y el futuro de los toros?
—Es una fiesta muy nuestra. Hay que dejar claro, lo primero, que esto es un arte, y eso está cantado y contado por poetas, escritores, imagineros… todo el mundo, desde Picasso, Alberti… No soy yo por ejemplo partidaria de los toros en la calle, los embolados y con los cuernos ardiendo… eso no es espectáculo. El toro de la Vega por ejemplo. Eso es una barbaridad. Eso si lo suprimieran estoy de acuerdo con los antitaurinos. Porque una cosa es llevarlo a un matadero y otra que lo estén pinchando hasta matarlo. Eso es una barbarie.