JUAN LUIS JANER JURADO: “La afición por la Hípica crece en jinetes y en técnicos”
Juana Valdivia Ortiz
Mientras el público expectante sigue lo que sucede en la pista de competición, su mirada vela por el buen desarrollo de las pruebas en el Campo Hípico de Jaén desde hace treinta años.

Mientras el público expectante sigue lo que sucede en la pista de competición, su mirada vela por el buen desarrollo de las pruebas en el Campo Hípico de Jaén desde hace treinta años.
Este año debería celebrarse la sexagésimo séptima edición del Concurso de Salto Nacional (CSN) de Otoño. Sobre el pasado y futuro de este acontecimiento deportivo hemos preguntado al juez nacional Juan Luis Janer Jurado como institución que es en este importante concurso; el segundo más antiguo de España.
—¿Qué relación guarda con el CSN de Jaén?
—Mi relación se remonta a treinta años atrás, cuando me hice juez nacional de saltos. Desde el año 1979, no he dejado de asistir año alguno a los dos concursos que hasta ahora se han venido celebrando en las instalaciones hípicas, unas veces como presidente del jurado y otras como vocal, siempre junto a Arturo Balcázar. Hemos sido los fijos en el jurado.
—¿Qué importancia tiene el CSN de Jaén en la hípica española?
—Mucha, tenga en cuenta que el concurso de octubre se viene organizando desde hace más de sesenta años, cuando no proliferaban tantos concursos en Andalucía. Por él han pasado jinetes de categoría nacional e internacional y vino, durante unos años, una de las pocas mujeres que por aquel entonces practicaban la modalidad de salto, Gloria Centenera. Se hicieron algunos concursos de categoría B, asistiendo jinetes de toda España, no sólo en los B, sino en la mayoría de los C que se han celebrado tanto en junio, como en octubre.
—¿Qué supone para los aficionados a la equitación el Campo Hípico de Jaén?
—Como decía anteriormente, en Andalucía no se celebraban tantos concursos como ahora. Por tanto, el que Jaén contara con dos concurso al año era un aliciente para poder hacer concursos los jinetes y amazonas, ya que, junto con Baeza, eran los tres que se hacían en la provincia y no todas las demás provincias andaluzas podían decir lo mismo, sobre todo en la Andalucía oriental. No podemos olvidar la labor que el Club Hípico de Jaén ha realizado, durante los años que ha permanecido en las instalaciones hípicas, formando y fomentando la afición a la hípica de, por aquellos años, jóvenes y niños que ya son consumados jinetes y expertos, sobre todo, en la modalidad de saltos.
—¿Durante cuántos años ha sido director del CSN de Baeza?
—Desde el año 1965, que se celebró el primer concurso nacional, hasta que me llegó la hora de la jubilación en el Ayuntamiento, en el año 2006. Fue una etapa de mi vida que no olvidaré nunca, ya que a través del concurso he conocido gran cantidad de jinetes y amazonas de toda España y, sobre todo, la oportunidad de hacer grandes amigos, con los que aún hoy sigo teniendo relación.
—¿Qué origen tienen estos concursos en la provincia?
—Le puedo hablar con conocimiento de causa más del de Baeza. Los distintos jefes que pasaron por el Depósito de Sementales fueron los impulsores del concurso, creo que, sin ellos, quizá no existiría y, en Jaén, en parte, también fueron los militares, no podemos olvidar que en la capital estuvo el Regimiento Alcántara y, según tengo entendido, dieron impulso a los concursos, sin olvidar a las distintas corporaciones municipales que siempre estuvieron ayudando y promocionando los concursos, con todos los medios a su alcance.
—¿Cuéntenos acerca de la historia de la equitación en Jaén?
—Siempre hubo afición a los caballos en nuestra provincia, sobre todo en la modalidad de vaquera; no olvidemos el sinfín de romerías que se celebran desde tiempo inmemorial. He conocido por fotografías jinetes en la Romería de la Yedra, en Baeza, en la Virgen de la Cabeza y en tantas otras de los años 20 del siglo pasado, pero la afición a la hípica, en la modalidad de saltos, los impulsores fueron los concursos de Jaén, seguidos por los de Baeza. Algunos años después se celebraron en Mengíbar, de la mano de Mariano de la Chica; en Linares, se celebraron dos años y, en Úbeda, algunos más, pero no llegaron a consolidarse, por muchas razones que no vienen al caso.
—¿Que importancia tiene conservar unos concursos como los que se celebran en la provincia de Jaén?
—Muchísima, ya que la afición al caballo va creciendo como la espuma, como ejemplo pongo a Andújar que, en estos últimos años, está impulsando la hípica, sobre todo, en doma vaquera y clásica. Es la fórmula para que nuestra juventud se interese por la hípica en todas sus modalidades y no sólo como jinetes, sino como técnicos. Durante unos años, sólo estábamos Arturo Balcázar y yo como jueces nacionales. Ahora contamos con Nano de Loma, Juana Valdivia, Pilar Perabá, Juan Ramírez y el actual delegado de la Federación Andaluza en Jaén, Julián Cabrera, entre otros. Lo que viene a corroborar lo que decía antes, que la afición va creciendo, no sólo con jinetes como Javier Garzón, los hermanos Cuenca, Eduardo Fuentes, Luis Cabrera y Sandro Merli, sino con técnicos bien preparados, como los que van saliendo en estos últimos años.
—¿Cree que el traslado del Club Hípico a Cerro Molina pone en peligro un CSN tan antiguo y emblemático?
—Creo que llevar el club a un lugar tan alejado hará que sólo puedan aprovecharse de él los que tengan medios de locomoción, pero la labor que venía haciendo con los distintos cursos que se realizaban en el que va a desaparecer, no sé si podrá seguir, ya que el acceso al mismo no lo tendrán nada fácil. Es una pena porque la asistencia de público a los concursos de junio y octubre, si es que se siguen organizando mermará, ¡y de qué manera! No le auguro mucho porvenir, a no ser que se cuente con transporte público. Eso cambiaría todo.
—¿Cree que las nuevas instalaciones van en línea de clubes como de los de Granada o Córdoba?
—Desconozco las intenciones que tiene el Ayuntamiento de Jaén en cuanto a dotación de instalaciones en el nuevo hípico, pero, por la situación de crisis que tenemos en la actualidad y de cómo se manejan los ayuntamientos económicamente —ten en cuenta que he trabajado en uno más de cuarenta años y nunca he visto uno con superávit— y sobre todo que ahora se le presta más atención a otros deportes como el fútbol o el tenis, quizá porque tienen más aficionados, pero si a la hípica, cuando más en alza está, se la traslada lejos de la capital... En Granada se van a inaugurar unas instalaciones modélicas, bien es cierto que no han tenido problemas económicos y Córdoba cuenta con el Club Hípico y el Pony Club, muy consolidados desde hace muchos años.
—¿Qué tipo de instalaciones serían necesarias en Jaén para que formase de nuevo parte del circuito hípico nacional?
—Unas instalaciones amplias y dignas. No hacen falta lujos, pero sí unas pistas en condiciones; no digo que sean geotextiles, pero sí con un piso adecuado; buen drenaje; sitio para instalación de boxes; aparcamiento de camiones y gradas para el público, a ser posible cubiertas, para que se pueda asistir a un concurso con lluvia o para resguardarse del sol. Así podríamos seguir diciendo condiciones, pero se haría interminable.