Juan Espejo: “Hay periódicos que dan poder a los lectores y otros que dan lectores al poder”
La anécdota de Eugenio d’Ors y su sirvienta, a la que mostraba sus textos para, si no los entendía, darlos por buenos, sirvió a Alfonso Sánchez Herrera para introducir la enigmática, solo por el título, conferencia que Juan Espejo, director de Diario JAÉN —que, en esta ocasión, no hablaba como tal, si no como periodista, a título personal— ofreció en La Económica. Y es que más de uno de los asistentes asentía, con una sonrisa de medio lado, en su butaca, al escuchar a Sánchez Herrera leerlo: “Lo que no se sabe, existe, aunque no se sepa”. Ahí es nada. Y los mismos también asintieron al ver esta frase engarzada en las ideas que el periodista hiló en su intervención. Todo adquiría más sentido.

“Una lección magistral” anticipó Sánchez Herrera, tras las palabras de Ramón Carrasco, el director de La Económica y promotor del encuentro, el primero, dijo, que protagonizaba Juan Espejo. El conferenciante tuvo una presentación llena de guiños, palabras de amistad y complicidad pero, sobre todo, el mejor sentido del humor de Alfonso Sánchez. Contó de él, cuestiones que no salen tras las tres uves dobles — y que se van a quedar para los que allí estuvieron— y, sin saber quizá lo que esperaba después, adelantó que no suele gustar lo que dice “porque son verdades como templos” y que es un periodista “que juega con las cartas boca arriba”.
Era la primera vez que hablaba de él y de la profesión, sin ser la voz de Diario JAÉN, y comenzó rotundo: “No me vendo al mejor postor”. Los medios, explicó, deciden qué se publica y, por error, en la actualidad, la opinión publicada difiere de la pública. Dos conceptos que, ahora, dijo, son excluyentes cuando deben ser coincidentes. “Nada puede ser silenciado, la información circula por internet, pero también la basura y el veneno”, aseguró. Y ahí ocurre algo muy grave: “Se atenta contra la dignidad de las personas y no pasa nada”.
Pero no fue del único lastre del periodismo del que habló. “Lo que no se sabe existe, aunque algunos no quieran que se sepa”. Y ahí la referencia fue a los periodistas o asesores, tras los que se esconden algunos políticos: “Hay más periodistas en Jaén que trabajan porque no se sepa la verdad que los que sí”. Y defendió: “La noticia está en lo que se no quiere que se sepa”. Y puso ejemplos de cómo funcionan estos filtros interesados, aunque legítimos, pero no libres, ni plurales: la toma de posesión del nuevo rector en Sevilla, noticia que ofrecieron todos los medios de la provincia pero en el que solo uno estuvo presente, Diario JAÉN. Y ahí dejó una de las claves de su intervención: “Hay dos tipos de periódicos, los que dan lectores al poder y los que dan poder a los lectores, como Diario JAÉN”. También hizo una llamada al periodismo para “mirar más a las butacas,” que a los que están sentados en alto en un escenario. Y, entre ellos, a aquellos que “solo saben de democracia el día de las urnas” y, aunque pierdan, “están recolocados, con coche y chófer al día siguiente”. Y ejemplos existen, como la alcaldesa a la que echaron de su puesto para después ser diputada y parlamentaria. “Bendita derrota”, sentenció.
Pero dejó de hablar de política para hacerlo del día a día, de sus treinta años en Jaén y de cómo cada día nace y muere un periódico, en el que puede haber errores: “Acepto las críticas, todo menos el insulto personal”. Y, antes de terminar, apostó por un “periodismo de compromiso, con chispa”. “Hay que tomar partido hasta mancharse, yo me mancho a diario”, reconoció. “Mis padres me enseñaron las tres ‘p’ paciencia, prudencia y perseverancia, a las que yo sumo dos, periodismo y pasión”. Y para lo demás, la canción de El Rey León: “Hakuna matata, vive y deja vivir, vive y sé feliz”.