Juan Carlos Abril: “Un poema tiene que hacer sentir para acercar al lector”
—¿Cómo se desarrollan los cursos de poesía?
—Es un auténtico éxito de crítica, de público y de participación. Es un curso idóneo que se repite. Es el tercer año y estamos muy satisfechos, tanto los profesores como los alumnos. Hay un ambiente estupendo.
—Es un auténtico éxito de crítica, de público y de participación. Es un curso idóneo que se repite. Es el tercer año y estamos muy satisfechos, tanto los profesores como los alumnos. Hay un ambiente estupendo.
—El título de los cursos es “¿Cómo se hace un poema?”. ¿Hay alguna fórmula?
—Cada poeta interviene y da su opinión, aunque no hay una receta única. Incluso, a veces, los poetas prefieren no asumir la pregunta porque dicen que es casi imposible afrontar cómo se hace un poema. De todas maneras, se están viendo muchos aspectos de cómo hacerlo, que dependen del poeta y de las experiencias que él mismo ha vivido.
—¿Cuáles son los objetivos que se pretenden?
—Escuchar a los alumnos y poetas y profundizar en las tendencias contemporáneas que, al fin y al cabo, es profundizar en la ideología, en el pensamiento contemporáneo y en nuestra sociedad y su funcionamiento.
—¿Qué cometido tiene el poeta?
—Escribir buenos poemas y, luego, ser una buena persona. El poeta tiene que tener claro que sus poemas se van a leer, por tanto, si el poema no conecta con el público, ese poeta no ha hecho un buen poema. Es la principal labor, casi única, de un poeta. Que al mismo tiempo es capaz de hacer otra faceta de la poesía, bienvenido sea. Un poema, ante todo, tiene que hacer sentir, emocionar, que el lector se sienta cercano a ese texto.
—¿Tiene la poesía una función?
—La utilidad en poesía es relativa, porque no responde a los paradigmas del mercantilismo, de este sistema en el que vivimos, que todo lo que no tenga valor mercantil, no vale. Pero la poesía tiene su función y su utilidad.
—¿Cómo es la situación, en este tema, en España?
—Creo que en España se escribe buena poesía y hay buenos poetas. Hay un panorama muy rico, con futuro, se edita mucha poesía. La poesía sigue sobreviviendo porque hay un “pequeño mercado” y se mantiene un diálogo sano entre lectores y autores.
—¿Un deseo para los cursos en los veranos siguientes?
—Espero que los años próximos vengamos, no solo por el éxito, sino porque Luis [García Montero] y yo tenemos interés en ello.