Jozabed, la ausencia más presente y añorada
La peor noticia del Real Jaén en esta fase final de la Liga, antes que la derrota con la Ponferradina, fue la lesión de Jozabed Sánchez en el entrenamiento previo a este encuentro. Seguramente, esa baja condicionó el resultado posterior del partido. Jozabed se ha convertido en el director del juego jiennense y en el hombre que aporta equilibrio a esa zona. Con Juanma había formado una dupla fantástica.

Los dos son buenos por separado, pero el uno hace mejor al otro. Cuando falta Juanma, que lo ha hecho muy pocas veces, el equipo se siente huérfano. Cuando ha estado ausente Jozabed, el conjunto pierde orden y organización en la distribución del juego. Su ausencia ante la Ponferradina fue demoledora para el Real Jaén. Como lo ha sido en otros encuentros. Su baja es sinónimo de inseguridad y de falta de estabilidad en una franja tan determinante en el fútbol como la zona de creación.
Y lo peor de todo es que Jozabed no estará los dos próximos encuentros, los decisivos. Sería lo lógico, porque tiene una fisura en la clavícula derecha y un diagnóstico médico de tres a cuatro semanas de baja. Sin embargo, el Real Jaén, consciente de la necesidad y de su valía, no descarta que pueda jugar el último partido ante el Alavés si mejora de su estado físico. Sería una gran noticia y, en cierto modo, un enorme alivio. El Real Jaén encontró una solvencia notable sin mediocentro y con un doble pivote creativo como Juanma y Jozabed. Esa variante en la medular fue clave para entender el cambio de dinámica y la entrada en una racha favorable de resultados, desde el partido con el Tenerife. Fue desaparecer Jozabed del equipo y llegar la derrota. ¿Alguna coincidencia? Seguramente sí.
Jozabed fichó por el Real Jaén sin hacer demasiado ruido. El Sevilla FC lo dejó salir de su estructura, algo llamativo, y en Ponferrada no brilló porque apenas tuvo minutos. Llegó a Jaén y se conjuró para destacar. Le costó trabajo hacerse con un puesto de titular, pero, cuando lo consiguió, le valió para explotar todas sus condiciones, que son muchas, y mostrar un repertorio impresionante. El Real Jaén también le ha ayudado a mejorar, sobre todo en el aspecto defensivo. Esa mejora lo ha hecho mejor futbolista. Ahora mantiene su condición innata, con una precisa visión de juego y un delicioso toque de balón, pero añade un trabajo en la recuperación antes desconocido. Se ha hecho más completo y ha llamado la atención de clubes de Primera División. El Espanyol, el Rayo y el Málaga CF son algunos de sus pretendientes, según ha recogido la prensa en los últimos días, pero él no piensa en el futuro sino en el Real Jaén. Sabe que en este club ha encontrado el empuje que necesitaba para trasladarse al mundo de las estrellas. Y, por ello, ciertamente, se siente agradecido y muy implicado con los colores jiennenses. Su aportación ha sido intachable, como su valía. Un inmenso profesional. Ahora trabaja para recuperarse cuando antes y poder ayudar al Real Jaén en el último partido, el de la permanencia y, probablemente, el de su despedida. No podría tener mejor adiós. Con el Real Jaén en Segunda División y con él en el campo. Así ha sido este sevillano de Mairena del Alcor, un jugador diferente que siempre se ha echado de menos cuando no ha estado. Su ausencia ha sido un motivo de preocupación. Porque el equipo, sin él, pierde su alma.