Jóvenes jiennenses que brindan su lado más solidario

Carmen López /Jaén
Solidaridad jiennense. Dejaron su familia, su casa y sus amigos, se marcharon. Cruzaron el océano y llegaron a un continente donde la realidad era y es muy distinta a la que conocían. Todo, con el objetivo de ayudar a los que más lo necesitan. Es el caso de diez estudiantes de la Universidad de Jaén, que durante dos meses se desplazaron a distintos países de América Latina, dentro del Programa de formación y prácticas universitarias en proyectos de cooperación al desarrollo de la Universidad de Jaén.

    21 nov 2013 / 15:31 H.

    Concretamente, y después una formación teórica previa en la UJA, las universitarias, pertenecientes a las titulaciones de Enfermería, Fisioterapia, Educación, Psicología y Trabajo social, comprobaron “in situ” la vida de las familias y los problemas que afectan a países como Ecuador, Nicaragua, Colombia y Bolivia, donde estuvieron. Países donde pese al progreso registrado en los últimos años en muchos campos, la pobreza y la desigualdad, el desarrollo humano sostenible, la mejora de las condiciones de vida, la educación, la sanidad o el progreso de la ciudadanía sigue siendo objeto de lucha para las ONGs que allí cooperan. Es el caso de Rosalía Martínez, que junto a Celia Navarro, ambas estudiantes de Enfermería, se desplazaron hasta San Rafael del Norte, en Nicaragua, con la ONG Quesada Solidaria. Allí, realizaron un intenso trabajo en hospitales y colegios que les permitió conocer a fondo las necesidades educativas y sanitarias de la zona. “Tras analizar la situación de adolescentes en más de treinta comunidades diferentes, observamos  que era indispensable abordar la prevención de la violencia de género, el embarazo en la adolescencia y fomentar el sexo responsable mediante la modificación de las pautas socio-culturales que de una forma u otra mantienen y refuerzan estas problemáticas”, expresa Rosalía Martínez.
    Por otro lado, en su día a día, las universitarias resaltan las dificultades que encontraron dentro de las aulas, donde los materiales escolares eran escasos e incluso en muchas ocasiones faltaba la electricidad . “Cuando llegábamos a los colegios, en ocasiones con muy difícil acceso, los profesores nos pedían libretas, bolígrafos para poder escribir o sillas para poder sentarse”, señala Rosalía Martínez. Ambas universitarias, en su última semana, participaron también en las operaciones quirúrgicas realizadas por la brigada médica de QQ Solidaria donde realizaron alrededor de 70 operaciones  quirúrgicas de varices mayoritariamente, también hemorroides y hernias en aquellas personas con más urgencia.
    Ayudar a los más débiles es una de las prioridades de la cooperación. Son el ejemplo de Bella Palma Morgado y Noelia Pérez Honrubia, estudiantes de Fisioterapia y Psicología, que con la Asociación Manabí en Ecuador dedicaron todo su esfuerzo y conocimientos en rehabilitar a enfermos discapacitados, en el caso de Bella y dar apoyo escolar y a ayudar a niños en riesgo de exclusión, en el caso de Noelia. “Cada día visitábamos a un beneficiario con patologías muy diferentes, sobre todo, había muchos niños con parálisis cerebral y distrofias musculares, por lo que desarrollamos terapias en los pacientes y capacitamos a las familias en el cuidado de la enfermedad”, expresa la jiennense, que con emoción, cuenta que uno de los principales problemas de la sanidad reside en las zonas rurales de Ecuador, donde vive la gente más pobre, más humilde y donde no existen centros de rehabilitación, por lo que desplazar al enfermo a la ciudad es un gasto económico que la mayoría de las familias no pueden soportar. “Además, muchas veces las familias no estaban concienciadas de que una persona con discapacidad requiere tiene una necesidades, hay una falta de sensibilización por parte de las familias, que nosotros intentamos trasmitir”, explica Bella Palma Morgado.
    No solo la educación o la sanidad, la protección de derechos constituye otro eslabón fundamental para el desarrollo de estos países. Beatriz Rueda y Josefa Moral, estudiantes de Trabajo Social, se desplazaron con la Asociación Latiendo con el Sur, también hasta Ecuador, para tratar de luchar por la protección de derechos de niños, niñas y adolescentes de Portoviejo. “Pudimos entrevistar a muchas familias que tenían problemas de violencia, tratamos de darles apoyo e hicimos seguimiento y vigilancia a fin de que la situación no se volviera a repetir”, explica Beatriz Rueda. También, vivieron su experiencia Elvira Lechuga, Paula García y Victoria Crisol. Las dos primeras dedicaron su estancia a la investigación, en la Universidad Industrial de Santander en Colombia, para investigar la causa de embarazos adolescentes en Bucaramanga, una ciudad del país. La tercera se trasladó hasta Bolivia para concienciar y formar con la Asociación Levántate Mujer al colectivo feminino sobre el tratamiento y prevención del VIH/Sida. “En mi caso pude comprobar como esta enfermedad era un verdadero problema en la sociedad, donde sobre todo, había desinformación”, expresa Victoria Crisol.
    Después de su experiencia, todas las universitarias coinciden en señalar que queda mucho por hacer. Ellas han aportado su granito de arena en problemas tan dispares como la educación en los niños, el cuidado con personas discapacitadas, la investigación sobre el embarazo en adolescentes, la lucha por la prevención del VIH o la protección de los derecho en los niños, gracias al programa que la Universidad de Jaén desarrolla con el apoyo de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo y de la Diputación y, que según explica Raquel Puentes, directora de Cooperación Internacional de la UJA, “el objetivo es  obtener un primer acercamiento para gente que está estudiando en la UJA, que quiera involucrarse y crear redes en temas de cooperación”. Es una forma de abrirse al mundo, una experiencia que cambia la percepción de la vida y que supone un gran enriquecimiento personal y profesional, coinciden las universitarias. Heroínas jiennenses que vieron en la cooperación una vía para ayudar a los que más lo necesitan.