José Manuel Muriel Jiménez: 'Una crisis no tiene que ser mortal'
El carolinense divulga en Secretos de la gestión de una crisis la importancia que tiene saber detectar el problema y más tarde, tomar las medidas adecuadas. El empresario carolinense recoge sus más de tres décadas de experiencia en reestructuración de compañías en crisis. El 95 por ciento de las empresas, tarde o temprano, suelen sufrir una crisis a lo largo de su existencia con efectos negativos en su imagen pública, en su credibilidad y también en su cuenta de resultados.
Pero tan solo el 10% de las compañías que padece algún problema grave, aprovecha esta circunstancia para corregir errores, sacar conclusiones y además, salir fortalecido. El carolinense recoge sus más de tres décadas de experiencia en reestructuración de empresas en Secretos de la gestión de la crisis, un libro que va destinado a aquellos lectores que quieran comprender y entender las pautas claves de los secretos de una crisis, a través de un lenguaje muy sencillo, comprensible para cualquier lector y accesible también a no profesionales.
—¿Qué le llevó a escribir Secretos de la gestión de una crisis?
—Después de 35 años en gestión de empresas y, por lo menos, un tercio de ese tiempo en reestructuración de algunas de ellas, se me ocurrió que podría ser una experiencia interesante poder compartir lo que yo he vivido para algunas personas que están pasando por situaciones parecidas. Comparo este tipo de coyunturas con las enfermedades del ser humano y parece que, en las personas, tenemos muy claro que hay que irse al hospital a ver un especialista y tomar una serie de medidas. Lo que estoy viendo es que en el mundo de la empresa no está así de claro el camino a seguir y, en etapas de dificultades, como la que estamos viviendo, compañías que podrían salir adelante, desafortunadamente, están desapareciendo.
—¿Y cuáles son, a su juicio, las claves para sobrevivir?
—Para atajar una crisis hay que tener dos cuestiones muy claras. La primera es que son inevitables, al igual que el humano enferma en algún momento de su vida, en las empresas pasa igual. Las crisis son cíclicas, repetitivas. Yo, en estos treinta años, he visto crisis en los años sesenta, setenta, ochenta y noventa. Y segundo, no hay que tener pudor ni recato en llegar a la conclusión de que tu empresa está en crisis y, si es necesario, pedir ayuda.
—Durante su carrera profesional ha vivido diferentes crisis. ¿Es la actual la peor?
—Desde luego, de lo que yo he conocido, con diferencia está siendo la peor porque es muy profunda y está teniendo unas consecuencias terribles ya que afecta a toda la población española, desde el mundo empresarial y financiero, hasta las personas. Sin duda, es la peor, como mínimo, desde la época de la Guerra Civil.
—¿Está de acuerdo con la afirmación de que las empresas pueden salir fortalecidas?
—Como en las enfermedades, si puedes evitarla, evítala. Las crisis nunca son buenas, pero si las superas, por supuesto que sales fortalecido, entre otros motivos, porque muchos de tus competidores no han sobrevivido y, aunque el mercado se ha reducido, hay menos jugadores. Y, en segundo lugar, porque para salir has tenido que pasar por un proceso de mejora y reestructuración.
—¿Qué reacciones está recogiendo sobre el libro?
Pepi Galera /Jaén
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