José Cuenca recupera un mundo perdido serrano

Ignacio Frías /Jaén
El escritor y diplomático José Cuenca presentó ayer, en primicia, en Jaén su libro La noche de bodas: Relatos de Cazorla y de Segura. Una obra publicada por el Grupo Anaya con la que cierra una trilogía que es un todo en su conjunto, y tiene como fuente a las sierras de Cazorla y Segura.

    23 jun 2010 / 18:50 H.

    La presentación de esta nueva publicación, organizada por el Instituto de Estudios Giennenses (IEG) del que José Cuenca es consejero correspondiente, tuvo lugar, ayer, en la capilla del Antiguo Hospital de San Juan de Dios. El acto estuvo presidido por la diputada de Cultura, Yolanda Caballero; que estuvo acompañada por el delegado del Gobierno andaluz, Felipe López, y el consejero-director del IEG, Pedro Galera. El autor fue presentado por el director de Diario JAEN, Juan Espejo.
    A La noche de bodas le preceden otros dos títulos: Sierras, perdices y olivares, y La sierra caliente. Los tres están inspirados en las sierras jiennenses de Cazorla y Segura, y de los que José Cuenca Anaya comenta que la idea que tiene el Grupo Anaya es publicar su trilogía en un estuche de regalo. En la presentación de La Noche de bodas su autor dijo: “Es un libro que yo he disfrutado mucho escribiéndolo”.
    La mayoría de estos cuentos, explicó, nacieron durante su estancia, de casi cinco años, como embajador en Canadá. “Yo he querido recrear en estos cuentos ese mundo de los años 50 y 60, sus expresiones y palabras que se van perdiendo porque va desapareciendo la gente. Yo las recuerdo porque tengo mis amigos en la sierra, algunos incluso son mayores que yo, y me reúno con ellos todos los años y saben muy bien cuál es el alma de la sierra y cómo piensa la gente”, manifiesta José Cuenca. Añade que esos recuerdos y ese poso cultural de sus vivencias serranas lo acompaña donde quiera que va.
    “La distancia —subraya José Cuenca— nos obliga a acercar ese mundo a nosotros para estar acompañados. Pero el mundo de la sierra permanece porque lo importante de la sierra son los serranos. Lo que yo he intentado hacer no es una guía de cómo circular por la sierra, aunque los paisajes que describo son reales. No me importa tanto la sierra, lo que me importan son los serranos”.
    El escritor también precisa que cuando él habla de la sierra lo hace con mayúsculas. “Para mí, la sierra es el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Yo nací en la Sierra de Las Villas, en Iznatoraf, pero esta sierra la conozco poco, pero voy todos los años a la Sierra de Cazorla y mi segunda vivienda está en la de Segura”. José Cuenca agradeció la asistencia al acto del alcalde de Iznatoraf, Pedro González, y del de Villarrodrigo, Ángel Vera, uno del pueblo que lo vio nacer y, el otro, en el que vive.
    En la presentación, Felipe López, se refirió a los personajes que aparecen en sus páginas, en unos tiempos duros y de postguerra. También destacó su verbo ágil y el uso de palabras sencillas, con personajes rotundos que hacen que el lector participe. Por su parte, Pedro Galera dijo que La noche de bodas recrea un mundo regido por unas normas incomprensibles en la metrópoli. Juan Espejo, por su parte, leyó un fragmento de cada cuento del “embajador perpetuo de Jaén”, e intercaló tras cada lectura las siguientes expresiones: “Poesía pura, majestuoso, descomunal descripción, inmejorable, soberbio, realismo mágico, vivir para creerlo y disfrutarlo, rotundamente claro, e imposible de mejorarlo”. Cerró el acto la diputada de Cultura y anfitriona, Yolanda Caballero, quien manifestó que estaba encantada de acoger la presentación del libro y animó al autor a que pronto vea la luz una nueva publicación.