José Castillo: 'Me avergüenzo de no poder pagar'

José Castillo, que tomó el relevo de su padre al frente de la empresa concesionaria del servicio desde 1961 y hasta 2036, asegura que carece de liquidez suficiente para hacer frente a los salarios de los empleados. Afirma que los gastos son tan elevados que apenas tiene margen de maniobra para reunir el dinero cada mensualidad. Explica que solo en gasoil, cada semana, tiene que desembolsar treinta y seis mil euros, más el dinero de los seguros de los vehículos, las reparaciones y otro tipo de pagos improrrogables.
Aclara que el 60% de los ingresos de la compañía procede de los bonobús y demás bonificaciones recogidas en la ordenanza y que solo el 40% de la caja del día llega a la empresa es por la venta de billetes. “Llevo un año entero sin ver ni un euro del Ayuntamiento y con el dinero de los billetes no puedo hacer frente a todos los gastos”, reitera.
José Castillo pone a disposición del alcalde, José Enrique Fernández de Moya, la contabilidad para que compruebe que las “cuentas están claras”. “Puede venir cuando quiera y verlas. No engaño a nadie”, repite. Los argumentos del responsable de la concesionaria del servicio de transporte público contrasta con la versión del Ayuntamiento. El concejal de Hacienda, Miguel Contreras, replica que tiene liquidez por el cobro de billetes y, por ello, pide a Herederos de José Castillo Castillo S. L. que sea “consecuente” y pague a sus trabajadores lo que les adeuda.
El gerente manifiesta que, pese a los problemas económicos por los que atraviesa la compañía, por su cabeza no pasa la idea de despedir a nadie. “No he tocado a la plantilla. Me mantengo firme en mi compromiso de respetar los contratos de los trabajadores”, señala. En este sentido, se muestra convencido de que el conflicto laboral que vive en estos momentos quedará resuelto esta semana. En ese menester también está el Ayuntamiento, que se encuentra a un paso de cerrar con una entidad financiera un crédito de cuatrocientos mil euros para ingresárselo a Castillo y, de este modo, pueda abonar las nóminas que debe. Con ello, evitaría la huelga indefinida convocada para el día 23.
Mientras llega el dinero, los trabajadores se reunirán hoy con la empresa para establecer los servicios mínimos con vistas al paro del próximo lunes. El viernes se volverá a ver las caras con ella y con el Ayuntamiento en el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla).