José Carlos Sanjuán: “El protocolo está cogiendo cada vez más fuerza en las empresas”
Una de las cosas que llama la atención sobre José Carlos Sanjuán Monforte es su impresionante y brillante currículum. Solo un botón de muestra a modo de resumen: Es doctorando en Publicidad y relaciones Públicas, titulado superior en Dirección de Empresas, diplomado en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria, bachelor en Ciencies de Léntreprise, Marketing et Relations Publiques. Posee el máster universitario en dirección de Protocolo, Producción, Organización y Diseño de Eventos; master en dirección de Comunicación; especialista universitario en Protocolo y Ceremonial de Estado e Internacional; diploma de estudios superiores de Protocolo, diploma en Heráldica Militar; director de Monforte&Asociados; colabora en la revista “Diplomacia siglo XXI”; de 2000 a 2002 fue asesor del ministro Portavoz del Gobierno, con rango de subdirector general en la Presidencia del Gobierno; director de Relaciones Públicas y Protocolo del Ente Público Radiotelevisión Española; jefe de protocolo y secretario canciller de la Orden de la Cruz de San Raimundo de Peñafort del Ministerio de Justicia; jefe de la Secretaría Particular del excelentísimo señor jefe del Cuarto Militar de la casa de su Majestad el Rey; forma parte de la Guardia Real de la Casa de Su Majestad el Rey. Es profesor de Comunicación, Protocolo y Organización de la Escuela Diplomática y de las universidades de Camilo José Cela, Oviedo, Navarra, Pontificia de Comillas, San Pablo-CEU y del Instituto Nacional de Administración Pública.
Además, es autor de varios libros sobre protocolo y posee numerosas condecoraciones, como la Orden de Isabel la Católica, la del Mérito Civil, la de San Raimundo de Peñafort, la Ecuestre del Santo Sepulcro y la de San Silvestre Papa. Y, quizá, lo más importante, es de Úbeda.
Además, es autor de varios libros sobre protocolo y posee numerosas condecoraciones, como la Orden de Isabel la Católica, la del Mérito Civil, la de San Raimundo de Peñafort, la Ecuestre del Santo Sepulcro y la de San Silvestre Papa. Y, quizá, lo más importante, es de Úbeda.
—¿Existe un hilo conductor para un currículum tan amplio y variado como el suyo?
—Es un currículum muy variopinto. Son muchas actividades, pero casi todas, efectivamente, están relacionadas por un común denominador. Si se fija he estado tanto en Casa Real, que con el departamento de protocolos, primero militar, luego civil. También estuve en el Ministerio de Justicia, en el departamento de protocolo; en RTVE donde fui el director de relaciones públicas y protocolo; con el ministro Portavoz del Gobierno, llevando los actos institucionales... En mi vida profesional también me dedico al mundo de la formación, pero todo está relacionado con el mundo de las relaciones públicas y del protocolo. En la visita del Papa Benedicto XVI fui responsable de protocolo civil. Lo más reciente es lo de la Comisión Nacional del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, aunque aquí el protocolo no tiene mucho que ver.
—¿Cómo cree que la sociedad española actual lleva lo del protocolo? ¿Se sigue un protocolo o la gente pasa mucho de seguirlo y cree que es cosa de altas esferas?
—No crea que la gente pasa. A veces cuando se menciona la palabra protocolo hay quien piensa que es para las altas instituciones del Estado, como Casa Real, Moncloa, ministerios... Pero en el ámbito empresarial está cogiendo cada vez más fuerza. también en la sociedad. Cuando alguien va a una boda, lo primero que pregunta es ¿dónde me vas a sentar? ¿Con quién me vas a colocar? Las empresas son cada vez más conscientes de la necesidad de un profesional que lleve los temas de protocolo.
—¿Cómo está la profesión?
—En mi generación nos fuimos formando a base de experiencias y, luego, a base de cursos monográficos. Hoy día, en la comunidad de Madrid hay tres universidades, dos privadas y una pública, que tienen un grado de Protocolo. La Rey Juan Carlos, que es pública; la Camilo José Cela, que fue pionera, y la Europea. Aunque no lo parezca, esto está cogiendo un auge importante en ese sentido.
—¿Qué destacaría de los actos del V Centenario de Santa Teresa?
—Este año se han celebrado muchas actividades sociales, culturales, científicas y de otra índole. Es un abanico tan amplio e interesante sobre la figura de la santa que me costaría trabajo decidir cuál de ellos destacar. Se han celebrado congresos de ámbito internacional que han generado mucho interés. Televisión Española estrenó una película sobre la vida de Santa Teresa. A mí, particularmente, me ha gustado, porque habla de una Santa Teresa actualizada, no de lo que puede leerse desde el punto de vista histórico o místico, sino que ha sido atraer la figura de Santa Teresa a la gente joven. A mí me gustó mucho esta película.
—¿Qué presencia tiene la provincia de Jaén en todos esos actos?
—Tiene, obviamente, mucho que decir, porque Beas de Segura fue una de las 17 fundaciones de la santa. Por parte de los 17 ayuntamientos se creó una sociedad que se llama “La Huella de Teresa” y pretende que sea un testigo de algo así como el camino de Santiago. A lo mejor es mucho en estos momentos, pero se intenta evitar no se vaya a quedar en nada todo este esfuerzo, como una actividad del V Centenario, sino que este ha sido el pistoletazo de salida.
—¿Cómo ha respondido el público?
—Maravillosamente. No se puede hacer una idea de la satisfacción que estamos teniendo con todas las actividades programadas. El público ha reaccionado muy positivamente. Un ejemplo, el Encuentro Europeo de Jóvenes. Fue impresionante la gran cantidad de jóvenes que se desplazaron hasta Ávila. El Cuerpo de Intendencia del Ejército también se ha sumado, porque celebran el primer centenario en que Santa Teresa es patrona, y las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de Intendencia se han involucrado. También la Fundación ONCE se ha volcado y se ha editado un libro que ha tenido una gran aceptación.
—¿Cómo resultó su experiencia como exaltador de la Semana Santa de Úbeda?
—Es la ciudad que me vio nacer y yo le tengo un gran cariño. Creo que hay que vivir fuera de los Cerros para ver cómo se echa de menos una ciudad y ese es mi caso. Fui exaltador, también he sido pregonero, participé en el congreso guadalupano de mi patrona, la Virgen de Guadalupano, dando un pregón. También he hecho el pregón del Corpus de la Adoración Nocturna y el de la fiesta e las Espigas. La verdad es que siempre que puedo voy a Úbeda.
—¿Suele vivir la Semana Santa de ubetense o la de otros sitios?
—Me gustan todas. Yo soy muy apasionado de la Semana Santa. me gusta la murciana, la andaluza... todas. Pero siempre la paso en Úbeda. Me tira mucho y me gusta ver a las distintas cofradías y todos los años nos juntamos una serie de amigos y vamos viendo cómo van evolucionando las cofradías de Úbeda.
—También forma parte de la Guardia Real de Su Majestad el Rey. ¿Cuál es su función?
—Formé parte. Estuve durante 17 años en la Casa del Rey. Primero en la parte militar y, luego, en el Departamento de Protocolo Civil. Tuve la oportunidad de aprender, ver y fue donde encontré mi destino. Allí fue donde me salieron los dientes, profesionalmente hablando. Le tengo un especial cariño por los buenos momentos que he vivido.
—También es genealogista.
—Siempre me gustó mucho el mundo de la heráldica, de los escudos... buscar tus antecedentes. Mi hermano y yo hicimos un árbol genealógico de mi familia hasta 1700. A partir de ahí, ya era mucho el trabajo. He tenido la posibilidad de formarme en lo que me más me gusta.
—No debe ser fácil siempre localizar el hilo conductor de los ancestros, sobre todo a partir de cierto punto en que las pistas flaquean.
—Es laborioso. Se necesita mucho tiempo de investigación y de archivos parroquiales, municipales... Investigando mi genealogía me enteré de que mi abuelo Lucas fue concejal del Ayuntamiento de Úbeda y eso era algo que yo no sabía. Ni se lo había oído decir a mi abuela, ni a mi padre.
—¿Cómo se enteró?
—Un día vi un libro de documentos inéditos de la II República en Úbeda, lo compré y me di cuenta de que en una de las listas aparecía mi abuelo Lucas. Fue una sorpresa.