JOSÉ ARANZANA LÓPEZ. "Me inspira ser fiel y traducir en arquitectura lo que me piden"
MARIAM LÓPEZ
Sorprende, dada su juventud, que José sea ya uno de los más prestigiosos arquitectos de la capital. Nacido en Linares, se siente linarense por encima de todo y no pierde contacto con su ciudad. Estudió Arquitectura en Sevilla, aunque siempre quiso ser médico. A pesar de ello, esa otra vocación frustrada la encuentra en parte, según dice, en su trabajo diario. Buen profesional y mejor persona, en esta entrevista os dejo un poco de él.
Sorprende, dada su juventud, que José sea ya uno de los más prestigiosos arquitectos de la capital. Nacido en Linares, se siente linarense por encima de todo y no pierde contacto con su ciudad. Estudió Arquitectura en Sevilla, aunque siempre quiso ser médico. A pesar de ello, esa otra vocación frustrada la encuentra en parte, según dice, en su trabajo diario. Buen profesional y mejor persona, en esta entrevista os dejo un poco de él.
—¿Cuándo y por qué decidió ser arquitecto?
—La verdad es que yo siempre había querido ser médico y es una profesión que me sigue gustando, pero soy una persona muy creativa. He dibujado, he hecho pintura, incluso llegué a hacer grafiti, pero, en un momento de la vida, tienes que decidir. Pero pienso que, a veces, en mi propia profesión, cuando ejerzo como perito judicial, al hacer dictámenes o analizar distintas patologías de la edificación, causas, origen y soluciones, está muy influenciado por ese deseo mío de ser médico.
—-¿Cómo fueron sus comienzos?
—Yo me encontré con la profesión un poco de cara. Empecé a trabajar en Jaén donde yo, inicialmente, no tenía contactos, pero, a base de moverte con la gente, con los compañeros, comienzas a tener ‘vidilla’. Yo desde el principio tenía claro que quería trabajar en un estudio propio, en contacto directo con la gente, intentando dar un producto muy personalizado. Los principios cuestan porque había que estar mucho en la calle, pero era una época de mucho trabajo, prácticamente el trabajo te venía a ti y, en la actualidad, esto no ocurre, tienes que ir tú en busca del trabajo. El Colegio de Arquitectos de Jaén me ofreció la oportunidad de trabajar como vocal y estuve un año, más tarde entré como secretario del Colegio y estuve cuatro años. Fueron unos años muy interesantes porque había un movimiento muy importante de proyectos que, en ocasiones, colapsaban el Colegio, aunque todos sabíamos que tenía que llegar un momento en el que esto se parara en seco. Fue una época de cambio donde se pasó de la forma tradicional de visado, al visado telemático, con el avance que ello ha supuesto.
—-¿Qué le inspira a la hora de diseñar sus proyectos de arquitectura?
—El intentar ser fiel a lo que me piden con criterios de arquitectura y de arquitecto, y nunca perder la idea de que tengo que responder a unas necesidades, a lo que quiere el promotor. En ocasiones, hay que reinterpretar lo que él quiere, por ello es fundamental hablar, dialogar continuamente con él. Saber entender y traducir en arquitectura es un tema muy importante.
—-¿Cuáles son los puntos más importantes que toma en cuenta para realizar un proyecto eficaz, eficiente y bien logrado?
—En la actualidad, realizar un proyecto eficaz, eficiente y sostenible crea unos retos muy grandes. Tenemos una ayuda importante porque la normativa se ha adaptado y va en ese sentido, pero, en ocasiones, si no somos reflexivos respecto al trabajo que hacemos, introducimos un factor económico muy grande y una desviación económica muy importante en los proyectos, que hay que corregir y hay que ser cautos en ese sentido. No podemos hacer proyectos excesivamente caros, sino compaginar lo económico con lo sostenible. Y es posible acudiendo a soluciones imaginativas en lugar de a soluciones industrializadas, que dan la misma respuesta.
—-¿Cree que un edificio debe respetar su entorno histórico-cultural?
—Los edificios deben dar respuesta al momento en el que están viviendo. Los edificios forman parte de un paisaje bien sea urbano o rural y, en todo momento, deben dar respuesta tanto funcional como estética a su entorno. Combinar esos dos aspectos es complicado y a veces las leyes no nos ayudan a ello. Hay que saber dialogar con la ciudad y dialogar con las administraciones que aplican las leyes, para llegar a un punto de unión que ensamble perfectamente. La colaboración continua con la administración para ir matizando, amoldando la legislación con la imagen que queremos lograr de la ciudad es fundamental.
—¿Qué se siente al ver construido un edificio que ha diseñado?
—Un proyecto es algo que lleva muchas horas de reflexión y, si eres capaz de ser fiel a tu proyecto, a tu idea, pues existe una gran satisfacción. El problema está cuando el proyecto que tú realmente habías pensado por determinadas circunstancias no se puede realizar, o se realiza de forma sesgada, donde empiezan a aparecer malformaciones que te duelen mucho. Pero siempre hay que sentirse orgulloso de lo que se hace.
—¿Cuál es el mayor temor de un arquitecto ante su obra?
—Yo creo que hay dos grandes temores: uno más interior, el ser fiel a ti mismo y a tu forma de concebir el proyecto, y otro de tipo económico, porque el edificio tenga patologías que puedan ser perjudiciales para el mismo y puedan poner en peligro a las personas y te exijan responsabilidades por los daños. Hoy en día, tal y como han quedado las responsabilidades repartidas en el fenómeno constructivo, el arquitecto asume muchísima responsabilidad, incluso yo creo por encima de lo lógico, porque la responsabilidad del arquitecto, además del seguro que tiene obligatorio, alcanza a su propio patrimonio y ese es un asunto que debe tener muy en cuenta a la hora de trabajar.
—¿Cuál de sus proyectos te ha dado mayor satisfacción?
—Yo creo que todos los proyectos te dan una cierta satisfacción. En ocasiones, el proyecto más pequeñito o aquellos que nunca se han llegado a ejecutar, te la dan. Yo me he presentado a concursos donde después de presentar los paneles, independientemente del resultado, me he sentido muy satisfecho de lo que ha salido, porque has tenido tiempo, no te han afectado muchos condicionantes, eres más libre para hacerlos, y aunque que no se pueden ver te dejan esa marca y sirven de referente para otros.
—¿Qué le gustaría proyectar en un futuro?
—Siempre he tenido en mente y, hasta el día de la fecha, no lo he hecho, es el proyecto de mi casa. Ese gran proyecto que no tiene tiempo, que empieza yo creo que desde antes de empezar la carrera, que se va madurando durante años y que continuamente lo vas modificando, según las necesidades familiares y otras variantes.
—Y la pregunta obligatoria, ¿cómo ha afectado la crisis a la Arquitectura?
—Mucho. La crisis ha venido en una época de cambios, además de los económicos los normativos porque la Ley Omnibus y el Plan de Bolonia han modificado por completo los planes de estudio, nuestra normativa y modifica la estructura de nuestra profesión. La entrada en vigor del código técnico supone un cambio normativo radical en la ejecución y elaboración de proyectos. Este cambio radical supone que hoy día sea imposible que un solo arquitecto haga un proyecto, necesita a otros profesionales. Pero la salida está en ser imaginativo y abarcar otros campos, como las periciales y el diseño industrial.