Jornaleras altivas y valientes

Unas valientes de Navas de San Juan dieron la cara hace unos días para denunciar lo que es un secreto a voces: la discriminación laboral que sufre la mujer en la campaña de recolección de la aceituna. De un tiempo a esta parte es evidente que, con la mecanización del campo, la mano de obra femenina se ha ido quedando a un lado de forma paulatina no tanto por una cuestión de machismo, sino porque determinadas tareas se asocian directamente con el hombre, aunque no tenga una base ni real ni lógica. El sector agrario es tradicional y lo “normal” es que el hombre conduzca el tractor o maneje la vibradora, cuando son trabajos que puede desempeñar cualquier mujer sin problema. Pero siempre ha sido así y así sigue siendo. Mientras, las jornaleras comprueban que la campaña comienza a generalizarse en los tajos y no se cuenta con ellas, lo que causa una lógica preocupación por no conseguir empleo tampoco este año, pese al incremento de la cosecha que se espera y, por ende, de no ser capaces de reunir el mínimo de peonadas necesarias para poder acceder al cobro del antiguo PER. Precisamente, mañana hay prevista una reunión en Santisteban del Puerto para abordar el problema, al correr el riesgo de ser expulsadas del Sistema Especial Agrario (SEA).
Es preciso recordar que se trata de un colectivo especialmente castigado, con casi un 40% de desempleadas, según el último dato de la EPA correspondiente al tercer trimestre de este año, más de 52.000 mujeres en la provincia sin trabajo. No hay que buscar culpables, ni colgar carteles de “machistas”. La cuestión, al contrario, es tender puentes para encontrar un punto de encuentro que corrija la situación.

    22 nov 2015 / 10:29 H.