Jaén y Santa Catalina de Alejandría
La ciudad de Jaén desde hace muchos siglos tiene una devoción y cariño especial hacía Santa Catalina de Alejandría. Por eso es Patrona de la ciudad. Esta devoción se encuentra muy presente en la Catedral de Jaén, entre otros lugares: en el exterior de la Puerta del clero; en el trascoro hay una pequeña estatua de mármol blanco delante de las pilastras; en la capilla de San José, en los intercolumnios hay un cuadro del siglo XVI; en la cúpula, en una de las pechinas hay una relieve de la santa. A pesar de esto, su vida es poco conocida. El documento más antiguo que se conserva es la Passio, escrita en griego, siglos VI y VIII.
Catalina nace en el seno de una familia noble en Alejandría, actual Egipto, hacía finales del siglo III. Mujer de gran inteligencia, destacó en sus estudios al nivel de los grandes poetas y filósofos de su época. Siendo muy joven decidió consagrar su vida a Cristo, considerándose, desde entonces, su prometida. Su negativa a hacer sacrificios a los dioses ante el emperador Majencio le costó ser torturada en una máquina formada por unas ruedas guarnecidas con cuchillas afiladas que se rompieron al tocar el cuerpo de ella, posteriormente fue decapitada. La figura de Catalina lleva en sí la impronta de lo recto y sublime que es dar la vida por la Verdad que con toda fortaleza se busca y una vez encontrada se posee firmemente hasta la muerte. Su tumba se encontró en el Monte Sinaí, donde se construyó un monasterio que resultó lugar de peregrinación de todo el mundo. A partir del siglo VI su culto se difundió por toda Europa, particularmente en Francia. Por eso muchas iglesias tienen imágenes o cuadros de la santa. Los artistas la representan con una aureola tricolor: blanca, simbolizando su virginidad; verde por su sabiduría y roja por su martirio. La rueda que se utilizó para matarla está, casi siempre, representada detrás de ella. Es patrona de estudiantes, filósofos y prisioneros y de cuantos se relacionan por su oficio con las ruedas. También fue nombrada patrona de las universidades de París y de Padua. El castillo de Jaén se encuentra dedicado a Santa Catalina, y desde hace siglos sus habitantes suben el día 25 de noviembre en romería para pedirle a la santa su protección para la ciudad.
Plácido Cabrera Ibáñez / Jaén