Jaén sigue "dormida" sin reacción a la dramática "pesadilla" del paro
Es una “pesadilla” de la que Jaén no puede despertar. El paro sigue y, lo peor, radica en que aquí no hay respuesta. El “fantasma” del desempleo persigue a los jiennenses, mientras el mercado laboral no espabila.
En cambio, otros sí que lo han conseguido. La infografía de esta página muestra con claridad lo que ocurre en España. Mientras que se habla de la ruptura de Cataluña y todo su enredo político, la gran realidad es que el país se fractura. Existe una tremenda diferencia entre las tasas de paro de las provincias del norte en relación con las del sur. Y este camino tiene una “estación de destino”. El sur, como siempre, será mucho más pobre.
Mientras que España lucha contra el paro —el Centro de Estudios Sociológicos (CIS) lo considera el mayor problema de los españoles—, su tasa de paro es del 23,67%. Cuando se lleva a Bruselas, los socios comunitarios se “echan las manos a la cabeza”. Sin embargo, seguro que muchos de los que viven aquí en Jaén la abrazarían con los “ojos cerrados” a cambio de que se llevaran el dramático 35,8% del paro que hay en esta tierra. Y así no hay recuperación. Existen estudios, como el que se publicó esta semana de Analistas Económicos de Andalucía, que afirman que la economía jiennense crece, pero no con la fuerza necesaria para que las empresas creen empleo. Por eso, aquí hay que ser el Santo Job para tener paciencia porque el mercado laboral desespera a los que trabajan y, más aún, a los que no tienen la oportunidad o ven cómo los contratan y los despiden debido a la tremenda temporalidad.
La última Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE) asegura que Jaén cuenta con 105.200 desempleados —no es lo mismo que los parados que están apuntados en la lista del SAE, que son muchos menos porque aquí ya hay bastantes personas que pasan de los servicios públicos de empleo—.
La tasa de paro se coloca en el 35,8%, lo que nos convierte en la quinta provincia española en desempleo. A Almería, Cádiz, Granada y Huelva les va peor, aunque esto no puede ser consuelo. No obstante, tampoco hay que fijar la vista en el paro. Si se mira la tasa de actividad, la esperanza se desvanece aún más. Está en el 54,12%, lo que denota que hay poca gente con un empleo y, también, personas que lo buscan en la actualidad. Jaén se pelea —también en las catacumbas de la estadística— con Ávila, León, Zamora, Cuenca, Lugo y Orense por no ser la tierra que menos gente tiene con un empleo o en disposición de tenerlo. Aquí solo trabajan 188.600 personas. Son muy pocas para que la economía vuelva a mejorar y lo noten las familias.
La comparativa. Si se mira a la anterior EPA, Jaén ha empeorado. Existen 1.300 parados más. Si se compara con el año pasado, hay 17.700 desempleados menos y 1.700 trabajadores más. Precisamente, mirar 12 meses atrás, es lo único que da esperanza. Sin embargo, el desempleo —igual que no llega igual al norte que al sur de España— tampoco se manifiesta igual. Jaén cuenta con una tasa de paro masculino del 31,43%, pero la que mide lo mismo en las féminas alcanza el 41,59%. De hecho, existen 114.700 hombres que cuentan con un empleo mientras que solo hay 73.900 mujeres ocupadas.
Por eso, queda claro que la depresión económica manda, otra vez, a la mujer a su casa, mientras que los hombres resisten algo más. Sin duda, una pesadilla, pero ojo: el norte despierta con más facilidad que el sur. Por eso, la fractura social aumenta. Si no hay cambio rápido, la pobreza también.