Jaén se recupera y trata de salir del "agujero" pero sin dar empleo
Cuando el gigante Lehman Brother se fue a pique y acabó en quiebra —allá por 2007— en EE UU, motivado por los créditos basura o hipotecas “suprime”, esto sonaba a chino en Jaén. Aquí se compraban más pisos que nunca, los salarios subían, los bancos prestaban dinero y el consumo —gasto en bienes y servicios— marcaba récord históricos.
En cambio, el mundo entraba en recesión para luego acabar en depresión. Sin embargo, las familias tardaron en enterarse unos años más. Primero, los bancos no se fiaban y dejaron de dejarse dinero. Luego hicieron lo mismo con las empresas. Bajó el consumo y el crédito y comenzó un aluvión de despidos, rebajas salariales e inestabilidad. Entonces, la depresión se metió en los hogares de los hombres y las mujeres de Jaén.
Ahora, la senda de la recuperación es similar a la que ocasionó la destrucción. Incluso, habrá recaídas. El último Informe de Analistas Económicos de Andalucía dice que la provincia jiennense está mejor que hace unos meses y mucho más recuperada si se echa la vista dos años atrás. En cambio, si esto se le dice a buena parte de las familias de esta tierra, no se lo creen. Y la explicación resulta bien sencilla: Jaén se recupera pero sin lograr el dinamismo suficiente para crear empleo. Por eso, casi no se nota en los hogares. Además, la propia estructura económica de esta tierra hace que necesite la remontada de Andalucía y de España para que tiren de sus indicadores o, dicho de otro modo, necesita que la mejoría en el país y en la comunidad la empujen a la senda del crecimiento.
La actividad económica en Jaén crece el 1,4% —avanza el 1,1% en Andalucía— durante el segundo trimestre de este año. El aumento de los servicios y de la demanda interna son —para Analistas Económicos de Andalucía— los factores que explican esta mejora. También crecen considerablemente las exportaciones.
Por eso, considera que la provincia cerrará este ejercicio con un crecimiento del 1,7%. No obstante, sorprende que el aumento de los servicios y de la demanda impulsen la recuperación. Para entenderlo, quizá hay que mirar a la pasada campaña agrícola, que fue abundante en aceite y, también, en jornales. Las familias tuvieron más ingresos, por lo que incrementaron el gasto con respecto al año anterior —en el que la economía era un auténtico desastre ante una cosecha muy corta—. Sin embargo, si se mira hacia el futuro, existen motivos para la preocupación. Los aforos —no oficiales, ya que el de la Junta se conocerá este viernes— señalan que viene otro año de apreturas debido a la corta cosecha, y esto afecta en todo.
Los expertos indican que una economía ha de crecer por encima del 2% para que comience a generar empleo —más allá de las campañas agrícolas—. Jaén todavía no lo hace a este ritmo, por lo que no da trabajo. Y esto resulta determinante para que el dinero entre en los hogares y, como si fuera un efecto “dominó”, se incremente el consumo. Analistas Económicos de Andalucía afirma que los indicadores del mercado de trabajo mostraron —antes del verano— un mejor comportamiento que el año anterior, pero se debe al dinero que había en la campaña de la aceituna. No obstante, la recuperación sí que muestra la realidad de que la mayoría de las empresas han hecho ya los ajustes de plantilla, por lo que el aluvión de Expedientes de Regulación de Empleo —temporales o definitivos— ha remitido. La economía late con un poco más alegría, pero su sangre aún no llega a los jiennenses de a pie.