Jaén se quedará aislada de Europa

Una vez más, Jaén no entra en los planes de la Unión Europea. La provincia puede quedarse fuera del mayor nudo ferroviario de mercancías si Bruselas se decanta el próximo día 19 de octubre por el Corredor Mediterráneo (desde Algeciras a la frontera francesa) en detrimento del denominado eje central, que sí incluye a Jaén.

    22 sep 2011 / 08:45 H.

    La provincia está a punto de caer en el más absoluto de los ostracismos. La fuerza ejercida por los gobiernos autonómicos de Cataluña, Valencia, Murcia e Islas Baleares y de determinados grupos de presión, como Ferrmed, en favor del Corredor Mediterráneo, con el apoyo explícito del Ministerio de Fomento, dejará en papel mojado una de las pocas tablas de salvación que les queda a Linares, Bailén y Andújar. Si la Red Transeuropea de Transporte descarta el eje central, que iría desde Algeciras a Antequera, Madrid, Zaragoza y la frontera francesa, pasando por Linares, los centros logísticos proyectados para estas ciudades jiennenses correrían serio peligro.
    El Puerto Seco de Linares, del que se lleva hablando desde 2004 y que cuenta con un área de reserva de suelo en la Estación Linares-Baeza de más de 128 hectáreas, es la principal apuesta de la Junta de Andalucía para recuperar una comarca oprimida por la crisis industrial. El objetivo es convertir esta zona en el centro neurálgico del transporte de mercancías tanto por ferrocarril como por carretera en Andalucía, con una inversión, que solo en la urbanización de los terrenos, supera los 45 millones de euros.
    Sin embargo, todo puede irse al traste si la Comisión Europea, en su reunión del próximo 19 de octubre, incluye el Corredor Mediterráneo en la Red Básica Transeuropea de Transportes, dejando a un lado el eje central y, de este modo, a la provincia. Las noticias que ayer por la tarde llegaban desde Bruselas y desde Alicante, donde se encontraba el ministro de Fomento, José Blanco, no podían ser más pesimistas para los intereses jiennenses. En la capital europea, los presidentes autonómicos de Cataluña, Valencia, Murcia e Islas Baleares defendieron la propuesta del corredor ferroviario del Mediterráneo al calificarlo como uno de los ejes considerados prioritarios por la Unión Europea en la futura red transeuropea de transporte, porque se trata de una ruta “clave” para unir de forma estratégica el sur de Europa con el resto del continente y con nuevos mercados como el asiático.
    Por su parte, Blanco hacía lo propio en Alicante, donde mostró su convencimiento de que la Comisión Europea, en su reunión del próximo 19 de octubre, incluirá el Corredor Mediterráneo en la Red Básica Transeuropea de Transportes. El ministro explicó a los periodistas que hasta que se apruebe definitivamente la citada red “hay un periodo de tiempo” para que la Comisión lo presente, se reciban enmiendas y se trasladen al Parlamento europeo, pero una vez que sea aprobada definitivamente tendrá rango de reglamento, “por lo que será —dijo Blanco— de obligado cumplimiento para todos los países”.
    Mientras que Cataluña, Valencia, Murcia y Baleares enviaron a Bruselas a sus respectivos presidentes, la comunidad autónoma andaluza estuvo representada en la cita por el gerente de la Agencia Pública de Puertos de Andalucía, Sergio Moreno, quien también defendió el proyecto del Corredor Mediterráneo al considerarlo “enormemente necesario” para el desarrollo de su región. Por ello, pidió que no fuera utilizado como “herramienta de confrontación” entre ciudades y regiones. El alto cargo de la Junta se olvidó, por el contrario, de los municipios jiennenses del interior de Andalucía cuyo futuro económico depende, en gran medida, de esta red de comunicación. 
    Riqueza. Y es que los datos asustan. Según Ferrmed, el “lobby” que está a favor del Corredor Mediterráneo, el ahorro por el paso del tráfico por carretera al ferrocarril equivaldría durante el periodo 2016-2045 a 30.000 millones de euros y en tiempo de transporte en el mismo espacio significaría 36.500 millones. Además, el ahorro en emisiones de CO2 sería del orden del millón de toneladas anuales. Todo ello sin contar con el impacto favorable para la economía de les regiones más directamente implicadas que rondaría el 1% del PIB durante los primeros diez años, realizadas las inversiones, según los cálculos de Ferrmed. ¿Qué pasará con el Puerto Seco de Linares y el Centro de Transportes de Bailén? Su futuro ahora está más en el aire que nunca. Lo único que salvaría el proyecto es un milagro o que regiones como Aragón, Castilla-La Mancha, Madrid y Extremadura, que defienden el eje central ferroviario, consiguieran cambiar de opinión a la UE. Javier Esturillo/Jaén