Jaén no es de este mundo
Lo que parecía un hecho aislado vuelve a ser noticia en la capital. Por segunda vez, en cuestión de semanas, aparecen animales muertos en el visitado Parque del Seminario. Los visitantes de este bello entorno público de Jaén ya denunciaron el envenenamiento de ardillas por supuestos cebos puestos para que las mascotas no vayan sueltas. El íncivico comportamiento, lejos de perseguirse y controlarse por parte de las autoridades, vuelve a repetirse para estupor de vecinos, usuarios y dueños de animales que acuden al parque.
Los residentes, incluso, grabaron vídeos en los que se muestra a una ardilla aún viva con signos evidentes de falta de coordinación. El relato de los propios vecinos que llamaron, en distintas ocasiones, a la Policía relata cierta falta de diligencia o de no dar importancia al asunto. Contrasta esa falta de interés con la alarma de aquellos que buscan el esparcimiento en esta zona. No solo pueden verse afectadas, como denuncian, sus propias mascotas, sino también los niños que juegan en las inmediaciones. Corresponde, por lo tanto, al Ayuntamiento poner mayor celo sobre lo que ocurre en estas instalaciones públicas. En otras capitales se cuenta con parques específicos donde las mascotas pueden ir sueltas, algo que evitaría problemas con otros usuarios y comportamientos tan lamentables como estos que, en principio, explicarían la colocación de dichos cebos. A los que son capaces de poner en peligro la fauna de este parque con el único objetivo de matar mascotas habría que recordarles otros posibles efectos secundarios que, sin duda, les estremecerían, pero, en cualquier caso, la vigilancia y una severa multa servirían de aviso a quienes no dudan en colocar en riesgo a los demás.