Jaén ni-ni: Ni estamos ni se nos espera

Ganar da alas, sube la autoestima, engrandece el espíritu y hasta seguramente que sirva de pastilla insustituible para dormir a pierna suelta. Porque si ganas no hay que pensar más que en la siguiente victoria, triunfo que llama a triunfo y, cosas de la vida, a veces, hagas lo que hagas, incluso mal todo, vuelves a ganar. Para eso el pez tiene la memoria que tiene, de pez, a semejanza humana jaenera. Al “señor Jota” le descoyunta todo lo descoyuntable no el loable triunfo, buscado y ansiado, perseguido por trabajado y soñado; que no, lo que le deja desesperadamente sin hueso que descoyuntar es que se gane por dejación del contrario; léase también, porque el contrincante político vive mejor malmetiendo y criticando, sin asumir gestión ni responsabilidades. Así las cosas, si Jaén juega contra cualquiera, ponga un 2 en la quiniela.

30 ago 2015 / 08:21 H.


     Pongamos por caso: Ustedes se van a Marte un ratito, se reclinan en el asiento galáctico de la contemplación y se ponen a mirar a Jaén con excelsa pasión patria, pero con esa necesaria lejanía para ver descontaminados de inmediatez (sin  ningún bocalindrón cerca que sentencie ‘sancta sanctorum’ con sus ensoberbecidos escupitajos de barra de bar) y lo que divisarán no será bueno... Nada bueno, sí, para nada; triste, cruel y merecido, no hay otra realidad si de veras nos ponemos las gafas de reconocer lo que está pasando, realmente, sin paños calientes adobados de sopaboba. Suerte tendrán si no se dan de bruces, tras mirar al Santo Reino desde el infinito y más allá con la siguiente frase, cuyo autor, el desesperado y romántico empedernido “señor Jota” lanza a los cuatro vientos: Jaén es una isla (nada imaginaria) ahogada en un mar (tampoco imaginario), que limita al Sur con reinos emprendedores y mimados y al Norte con centralismos preñados de infraestructuras, gobernada por megalómanos individuos que alimentan la memoria de pez a base de pedacitos de pan en forma de propinas y contratos. Toda generalización es mala, porque empequeñece a quien lo hace bien (tantos y tantos) y porque podría esconder la verdad palpable de lo mal que estamos. Lo sabe el “señor Jota”, no todo es agorero, pero es que si nos asalta la duda, proclamemos a los cuatro vientos si Jaén es la primera en algo... En fútbol, y así no se enfadan los de siempre, los que tienen la manija del Poder y no la usan para sacarnos de los furgones de cola, hay que irse  a los años 50 para festejar en La Victoria una Liga con Barça o Real Madrid... Ayy, ayyy, ayyyyyy, crujen y chirrían las entrañas de esta bendita provincia alejada de cualquier fasto que suene a gloria. Jaén, tierra ni-ni: Ni estamos ni se nos espera (parafraseando al jefe de la Casa del Rey la noche del 23-F). Con todo, suspira sonriente y aliviado el “señor Jota”: No hay mal que cien años dure... ¡Y ya estamos cerca del siglo en lamentos! ¡Jaén ni p...!

adivina... adivinanza
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¿Será cierto que a un ciclista que competía en una carrera (carretera cortada) la Guardia Civil quería denunciarlo por un selfie?
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Quería, pero no lo denunció al final; recapacitó el guardia ante la insistencia del joyero  que dedica los fines de semana a la bici

LA PERLA DE LA SEMANA
“Lo tiene por el rival a batir si se mueve la silla sucesoria y no deja pasar ocasión de macharcalo en todos los sentidos, ante compañeros de partido e incluso ante periodistas”