Jaén, en el vagón de cola

María del Carmen Soto Hidalgo desde Jaén. Cuando tuve noticias de la paralización de la construcción del edificio que albergará un nuevo centro de salud para la zona norte de la capital y la administración del distrito sanitario de Jaén, me produjo cierto malestar, pues con relativa frecuencia iba viendo la evolución de la obra y me agradaba que la sanidad jiennense en general y la de esta zona en particular, por ser donde vivo, vieran por fin materializado algún proyecto.

    12 jul 2013 / 10:26 H.

    Pero me consolé pensando que estábamos viviendo épocas de vacas flacas, y todos tendríamos que sacrificarnos. Ayer mismo leía con asombro en la página web del SAS la inauguración por parte de la consejera de Salud y Bienestar Social y el presidente de la Junta de Andalucía de un nuevo centro sanitario en la ciudad de Córdoba, que había supuesto una inversión para el Gobierno de la Junta de 39,9 millones de euros, y en el que no solo se prestaría atención primaria, sino también especializada, un gran centro sanitario que daría cobertura a una población de más de 800.000 habitantes. Me alegro por los cordobeses de que nuestros gobernantes no escatimen en gastos para que sus habitantes no carezcan de una ciudad sanitaria como Dios manda, centros de salud, hospitales comarcales y centros de alta resolución suficientes, modernos y equipados como los tiempos en los que vivimos requieren. Pero desde aquí quiero hacer una llamada a los políticos andaluces para que se acuerden de que gobiernan para todas y cada una de las provincias que integran Andalucía. Tengo la sensación de que en Jaén llevamos muchos años sobrados de todo lo necesario para que vivir aquí sea algo idílico, muy por encima del resto de las demás (pobrecitas) ciudades andaluzas. Tenemos tantas y tan magníficas infraestructuras y servicios que somos la envidia del resto del país. Me consta que la intención de la Junta de Andalucía es que en Jaén sigamos siendo referentes en calidad de vida para el resto de Europa. Sin embargo, hay una cosa que sí me ha molestado mucho, porque por una vez (¿la primera?) se nos ha relegado ante otra ciudad de nuestra comunidad en un servicio esencial como es el cuidado de nuestra salud. Nuestro presidente de la Junta, antes de dejar su puesto en un acto de auténtica responsabilidad política, ha inaugurado un centro sanitario en Córdoba que ha supuesto una inversión de 40 millones de euros. ¡Enhorabuena cordobeses! Mientras, nuestro esperado y deseado centro de salud de Expansión Norte lleva meses parado y degradándose. Aunque, pensándolo fríamente y sin caer en egoísmos provincianos, ¿qué son menos de 7 millones de euros que es lo que costará dicho centro de salud? Soy optimista y en cuanto comiencen a devolver los millones “extraviados” de los ERE, se reanudarán las obras, se pondrá en marcha y volveremos a encabezar el ranking de ciudades habitables, saludables y sobradas de servicios.