Jaén, desierto militar
Desde Jaén. A todos los que tenemos ya una cierta edad y no hemos sufrido el filtro de la Logse, nos han enseñado que en Jaén se han celebrado dos de las batallas más trascendentales de la historia de España y, por ende, de la historia de Europa, la Batalla de Las Navas de Tolosa y la Batalla de Bailén, es decir que nuestros campos han forjado la historia militar del Ejército español.
La Batalla de Las Navas de Tolosa, cruzada europea que frenó las aspiraciones expansionistas de los almohades, ha celebrado este año su octavo centenario con una escasa participación del Ejército en nuestra provincia y en las localidades directamente implicadas Vilches, Santa Elena y Navas de Tolosa. La Batalla de Bailén, primera derrota del ejército imperial napoleónico y que desmontó el mito de su invencibilidad, excepcionalmente sigue contando con una cierta participación del Ejército, merced a su presencia en las fiestas patronales, algo que entiendo no debería perderse al menos, ya que hablar de potenciarlo es algo que roza la utopía. También, ahondando en la historia militar de Jaén, hace escasos meses, se ha concedido la Laureada Colectiva al Regimiento de Caballería Alcántara, y nos hemos enterado de que había estado destacado de guarnición en Jaén, como otras muchas unidades gloriosas españolas, y no se ha celebrado un acto o un homenaje que recuerde su paso por la capital del Santo Reino. Todos estos comentarios, más o menos interesantes, según la afición a la temática militar del lector, vienen al hilo de la decisión del Ministerio de Defensa del desmantelamiento del denominado Polvorín de Vadollano, servido por un destacamento de la Agrupación de Apoyo Logístico (Aalog 22). Con esta decisión se echa el cierre a la presencia del Ejército español en una provincia tan unida secularmente a diferentes hechos de armas. A partir del 1 de enero de 2013, la vinculación del Ejército con la provincia de Jaén se reducirá a la presencia testimonial de la Subdelegación de Defensa de Jaén, triste finiquito a siglos de unión de los jiennenses con sus fuerzas armadas. En fin, será el sino de los tiempos, pero no puedo dejar de lamentarme por esta desgraciada sensación de orfandad de nuestra provincia con su Ejército.
Francisco Luis Sola-Isidro Olmo