Jaén cierra un año de dos orejas y rabo

Si Jaén fuera un torero, podría decir orgulloso que ha terminado la temporada en el número uno del escalafón. Además, debería asegurar que el mérito no es sólo suyo, sino de una extensa cuadrilla que la ha hecho terminar la campaña por la puerta grande.

    31 oct 2010 / 11:07 H.

    La Delegación del Gobierno de Andalucía, a falta de cerrar los últimos datos, asegura que es la provincia con más festejos de la comunidad. Superará los 200 — hubo 225 en 2009—, de los que el 30% son becerradas, novilladas, corridas y festejos de rejones. El resto obedece a encierros y suelta de reses en las calles —más de 150—. De hecho, habrá que revisar las estadísticas nacionales, ya que Jaén se muestra como firme candidata a convertirse en la más taurina de España. Y eso que no tiene una feria que tire de la provincia —como ocurre en Madrid, Pamplona, Valencia, Málaga o Sevilla, entre otras—, sino que se puede decir que todos los municipios tienen afición y vocación por la Fiesta.
    El campo jiennense está lleno de olivos —60 millones— y también de toros. De hecho, está en el grupo de cabeza en la cría de reses, ya que cuenta con 535 fincas con ganado de lidia. En ellas viven la friolera de 22.352 toros y vacas bravas, lo que constituye un auténtico paraíso para cualquiera que quiera ser torero y para los matadores que están en activo. De hecho, el ganadero Juan Collado explica en su finca: “Ahí tenemos un toro que tentará Enrique Ponce este invierno, ya que queremos probarlo para ver si se queda como semental”. Además, continúa: “A casa —en Carboneros— siempre vienen Castella, Manzanares, Perera, El Fandi o Curro Díaz”, lo que prueba que los toreros pasan el invierno por Jaén. Alberto Morales —de Torrehandilla— avala esta tesis: “Por casa —en Vilches— han pasado prácticamente todas las figuras. Nos falta Morante y José Tomás en un tentadero. Esperamos que vengan pronto”. Además, el año taurino jiennense ha sido sobresaliente en términos cuantitativos —según las cifras antes expresadas— y también cualitativos. Las ganaderías de Torrehelberos, en La Puerta; Torrehandilla, en Dos Hermanas; El Cotillo y Collado Ruiz, Sabiote; y Sorando, El Bosque, han visto cómo las plazas les devolvían toros al campo indultados por su extraordinaria bravura.
    Jaén ha vuelto a ser determinante en la planificación taurina, ya que la cogida de Cayetano en Baeza —donde sufrió una fractura de clavícula el 14 de agosto— hizo que este torero, anunciado en decenas de plazas tuviera que cortar la temporada, lo que ocasionó un mar de sustituciones. Asimismo, la cornada de José Tomás en Aguascalientes marcó la Feria de Linares, que sufrió su ausencia, el recorte de una corrida y un duro revés artístico debido al pésimo juego de las reses. En cambio, Jaén y Úbeda han tenido ciclos muy existososo y con atracción para el público. En la capital hubo tres corridas, en las que se cortaron 18 orejas. En Úbeda, hubo cuatro con 13 trofeos. Además, se vio una corrida de Victorino Martín en Baeza; una feria interesante en Andújar con un toro indultado por David Valiente; un festejo mixto en Villanueva del Arzobispo; los dos esquisitos festivales de la Plaza de Segura de la Sierra; dos grandes tardes en Sabiote; otra para el recuerdo en La Puerta; una destacada feria en Villacarrilo; una atractiva corrida en Cazorla y otra en Huelma. Además, hubo festivales y novilladas en El Condado y Segura; el sabor de los novilleros que deja Pegalajar y un interesante ciclo de utreros en Navas de San Juan. Guarromán también organizó otro festejo y Santisteban del Puerto y Castellar rayaron a gran altura. Cortijos Nuevos se quedó sin su corrida por culpa de la meteorología. Además, Jaén tuvo un torero más, ya que José Carlos Venegas tomó la alternativa de manos de Curro Díaz el 7 de agosto en la Plaza de Toros de Alicante. Y, pese a todo, la afición echa de menos a Álvaro Montes, que cortó la temporada después de la cogida mortal de uno de sus caballos. No obstante, el rejoneador ya ha dicho que volverá a los ruedos. Sin duda, Jaén tiene argumentos más que de sobra para estar orgullosa de la temporada, pese a que la crisis ha hecho mella en los espectáculos y ha rebajado, en líneas generales, la afluencia de público a los festejos. Ahora, llega el invierno. Pero, los toreros no se van de Jaén, porque saben que es la provincia más taurina. No obstante, se verán menos porque están en la intimidad que da su campo. Enrique Alonso