Jaén a ralentí

Todos estamos confiados en que cuando se consolide la salida de la crisis y se consiga que sus beneficios se redistribuyan mejor y llegue a la mayoría de los ciudadanos se acaben nuestros problemas económicos. Pero nos hemos preguntado ¿qué repercusión tendrá en Jaén? Me temo que mucho menos positiva que en otras provincias andaluzas y que en la media de España. No es por ser pesimista o tengamos una maldición (a lo mejor histórica sí) sino porque nuestro sistema productivo es incapaz de absorber parte de la bonanza futura.

    13 nov 2015 / 12:30 H.

    En los últimos datos que están en mi poder referidos a este año Jaén tiene una población ocupada de 298,4 miles de personas, de los que 195,3 trabajan en el sector agrario. Por lo que podemos decir que nuestra principal riqueza es este sector. Alguien se imagina que la agricultura puede acabar, por mucha mejora que haya en precios y producción, con el 34,6% de paro que tenemos actualmente. Con la construcción no contemos, algo crecerá pero no esta en su mejor momento. El único sector capacitado para acabar con el paro es el industrial, pero prácticamente carecemos de él. Esta será la causa por la que no podremos disfrutar de una gran parte del crecimiento futuro, ni de sueldos razonables. Seremos prácticamente una foto fija de lo que ha sido en los últimos años y con nuestra juventud marchando de nuestra provincia por falta de trabajo y aliciente económico.
    La solución viene por aumentar el sector industrial. Dicho parece fácil, pero a Andalucia a lo largo de su historia le ha sido imposible y en Jaén se agrava mas la situación, salvo en el campo. Sería la hora de analizar y conocer por qué los inversores industriales rehuyen de nuestra región y combatir las causas que la motivan. La falta de mano de obra preparada no lo es, la disposición de suelo tampoco, me imagino que facilidades publicas no será el impedimento, tenemos aceptables infraestructuras (salvo excepciones), tan sólo me queda la posibilidad de tópicos que se le achacan a los andaluces y la incapacidad de nuestros capitalistas de invertir en nuestra región, prefieren hacerlo en otras y aquí sólo ser distribuidores. Es hora de que se haga algo.
     Javier Laplana