Pozo Alcón exige que la madre que dio el bofetón no se aleje de su hijo

Políticos y centenares de vecinos reclaman que no se aplique la decisión judicial
María del Saliente Alonso, condenada a cumplir una orden de alejamiento a su hijo, al que pegó una torta en 2006, no cumplirá la sentencia si sus vecinos pueden evitarlo.
  José Rodríguez Cámara / Pozo Alcón
Anoche, varios centenares de personas se concentraron frente al Ayuntamiento en apoyo a esta familia y para exigir que no se cumpla el polémico fallo.“Mi madre, cuando era pequeño, me dio un azote porque era muy malo y no pasó nada”. “A mí, me castigaron porque no quería ir a la aceituna y no metieron a mi padre en la cárcel”. Son algunas de las frases que se cruzaban los vecinos de Pozo Alcón que, ayer, sobre las siete de la tarde, se concentraron frente al Ayuntamiento para protestar contra la sentencia que condena

    13 dic 2008 / 17:55 H.

    a su paisana María del Saliente Alonso a cumplir una orden de alejamiento a su hijo, al que abofeteó en 2006, durante un año y 45 días. Y es que el adjetivo que más se emplea en el pueblo serrano para calificar la decisión judicial es el de “injusto”. El sentimiento de rechazo a esta acción de la Justicia animó a varios cientos de personas, mil según el Ayuntamiento, a exigir que no se aplique la condena. El acto de repulsa a la decisión judicial comenzó cuando la mujer, acompañada de su marido, José Domingo Moreno, y sus dos hijos, el de 12 años, que fue “agredido” hace dos años, y el menor, de 6, llegaron a la Plaza de Andalucía entre aplausos. Portaban una pancarta en la que se leía: “Estamos en contra de que María del Saliente vaya a la cárcel por una bofetada”. A las puertas de la cercana sede de la Administración local los esperaban la alcaldesa, Pilar Salazar, acompañada de los portavoces de todos los partidos de la Corporación. También exhibían un cartel en el que rezaba: “Pozo Alcón en apoyo a la familia”.
    Sólo hubo una intervención, pactada por todos los partidos políticos y la familia, que le correspondió a María Elena Gámez, prima del marido de María del Saliente; una sobrina de este, Toñi Moreno, lo interpretó en lenguaje de sordos para que fuera entendido por el matrimonio. El manifiesto, aunque se mostró respetuoso con la labor de los jueces, los animó a reflexionar sobre las consecuencias de la condena impuesta a la madre poceña. “Pedimos que se valoren los perjuicios y beneficios de la aplicación de la sentencia”. También se exigió que los legisladores no favorezcan que la familia quede desarraigada para concluir: “Esperamos que este mensaje cale en el corazón”. La regidora tomó la palabra para animar a los vecinos a que firmaran en contra de la aplicación del fallo, para lo que se habilitaron mesas en el interior del Ayuntamiento.
    Pilar Salazar, aunque no lo dijo durante el acto público, reconoció que la sentencia le parece “injusta” y animó a que, tanto en este, como en situaciones posteriores similares, se aboge por una “decisión más terapéutica”. Los padres se mostraron muy emocionados con el respaldo y confiaron que la reacción popular suavice la condena. El propio menor, juzgó: “No va a pasar nada al final. Es muy fuerte todo lo que se ha montado por la bofetada”.

    Claves de un despropósito

      Rafael Abolafia / Jaén
    Con el Código Penal en la mano, la controvertida condena a María del Saliente Alonso es impecable. La Ley dice que causar lesiones a un hijo es maltrato. Sin embargo, casos como el de esta madre de Pozo Alcón dejan al descubierto los vacíos y las incongruencias que tiene la norma.
    La sentencia impone a María del Saliente Alonso un castigo de 45 días de prisión por agarrar a su hijo del cuello y darle una bofetada. Además, establece que no podrá acercarse a su hijo, que en la actualidad tiene doce años, a menos de quinientos metros durante doce meses. Es esa medida del alejamiento forzoso la que más críticas ha deparado, sobre todo porque puede ser perjudicial para el desarrollo y la formación del menor. El caso es todo un ejemplo de que el sistema tiene fallos.

    La madre reprendió a su hijo por el mal comportamiento
    Los hechos, tal y como recoge probado la sentencia, ocurrieron en octubre de 2006 en el domicilio familiar. La mujer regañó a su hijo, un niño rebelde y desobediente, por no hacer los deberes. La respuesta del menor fue arrojarle una zapatilla y salir huyendo para encerrarse en el cuarto de baño. Cuando María del Saliente logró abrir la puerta, lo agarró del cuello y le dio un bofetón que hizo que el pequeño se golpeara con el lavabo y comenzara a sangrar.

    El colegio siguió el protocolo y derivó el caso al centro de salud
    Hasta el año 2005, este caso hubiera supuesto tan sólo una falta de lesiones. Sin embargo, con la entrada en vigor de la Ley Integral de Violencia en el ámbito familiar, una agresión de este tipo se convirtió en delito. Lógicamente, esa circunstancia ha ido en contra de María del Saliente. Cuando el niño acudió al colegio, su profesor detectó que tenía restos de sangre reseca en la nariz. Le preguntó que qué había pasado y el niño respondió que su madre le había dado un bofetón. De ahí, al centro de salud, tal y como manda el protocolo.

    Un parte médico que contenía una imprecisión “fatal”
    La doctora del Centro de Salud de Pozo Alcón, que atendió al niño, emitió el correspondiente parte de lesiones. Hizo constar los restos de sangre y los hematomas que presentaba el menor en el cuello. Sin embargo, también reflejó unas supuestas palabras atribuidas al profesor del niño, en las que decía sufría los golpes de forma continua. El docente, en el juicio, lo negó, dijo que nunca había realizado esa afirmación y que se trataba de un hecho puntual. Sin embargo, ese parte médico fue una de las pruebas de cargo que utilizó la Fiscalía para mantener los cargos. En principio, el Ministerio Público solicitaba 9 meses de prisión y 21 meses de alejamiento.

    La juez aplica la norma en su grado mínimo
    La juez consideró que María del Saliente cometió un delito. La propia madre reconoció los hechos, es decir, que le había dado un bofetón a su hijo en mitad de una discusión porque no hacía los deberes. Explicó que le había dado la bofetada para “educarlo y corregirlo”. Sin embargo, con el Código Penal debajo del brazo, la magistrada María Fernanda García tenía poco margen de maniobra. Lo que hizo María del Saliente Alonso con su hijo fue una agresión castigada por la Ley. Eso sí la juez le aplicó la condena en su grado mínimo.

    La Fiscalía pide más pena al considerar que hay un error
    La sentencia debe ser ratificada por la Audiencia. El Ministerio Público considera que la mujer debe ser condenada a 22 días más de cárcel porque los hechos se cometieron en el domicilio familiar. Del mismo modo, la Fiscalía critica la “imposición forzosa” de la pena de alejamiento.