“No necesito navaja para tocar a una mujer”, afirma un supuesto agresor

La víctima reconoce al acusado como el hombre que le hizo tocamientos
A Antonio José M. J. lo acusan de amenazar a una menor de edad con un arma blanca para agredirla sexualmente a las puertas de un colegio de la capital. Ayer, a los magistrados de la Audiencia les dijo: “Señorías, no necesito una navaja para tocar a una mujer”. La víctima, sin embargo, lo reconoció sin dudas.
  Rafael Abolafia / Jaén
La declaración del acusado, un vecino de la capital de 47 años, apenas duró cinco minutos. Antonio José M. J. negó tajantemente ser el hombre que manoseó a la joven frente a los contenedores existentes en el colegio

    05 dic 2008 / 00:00 H.

    Alfredo Cazabán, el 22 de marzo del año 2007: “Yo no fui”, se defendió. Relató cómo se produjo su detención, nueve días después de los hechos: “Dos policías vinieron al bar en el que estaba, me cachearon y me encontraron un cuarto de chocolate. Me llevaron para Comisaría y, una vez, allí me dijeron que estaba detenido por agresión sexual. Ni me lo creía”. De hecho, sufrió un mareo y tuvo que ser atendido en el Hospital: “Me dio un siroco muy grande”, concluyó el acusado su relato.
    Fue durante el traslado al centro de salud cuando la víctima, una joven que entonces tenía 16 años, vio por segunda vez a su presunto agresor después de los hechos. Fue en los pasillos de la Comisaría, cuando Antonio José M. J. iba en la camilla. Lo reconoció al instante. Según relató, lo había visto unas horas antes por la calle y enseguida le puso cara a su agresor. Lo comunicó a la Policía, que detuvo al supuesto autor de los hechos en un bar.
    Una vez en las dependencias policiales, la joven identificó a su agresor en la rueda de reconocimiento. Y ayer, en el juicio, la adolescente volvió a señalar con el dedo a Antonio José M. J. como el hombre que la abordó, le puso una navaja en el costado y le realizó tocamientos por todo el cuerpo, al tiempo que profería “sonidos extraños”. No tuvo dudas, según confirman fuentes judiciales cercanas al caso. La joven, que declaró durante casi media hora protegida por una mampara de seguridad y a puerta cerrada, se mantuvo firme.
    Visto para sentencia. La Fiscalía y la acusación particular, ejercida por la familia de la víctima, mantuvieron los cargos contra Antonio José M. J., al que imputan un delito de agresión sexual. Consideran que la declaración de la adolescente es prueba más que suficiente para quebrantar la presunción de inocencia del acusado. En este sentido, el Ministerio Público solicita un castigo de seis años de prisión y una indemnización de 3.000 euros. Mientras, la abogada de la Asociación de Mujeres Víctimas de Violencia (Amuvi), que representa a la acusación particular, reclama una condena de siete años de cárcel y una compensación de 10.000 euros.
    La defensa de Antonio José M. J. rechazó que su cliente hubiera cometido el delito de agresión sexual que se le imputa. Aseguró que la declaración de la víctima no es creíble. Además, solicitó a los magistrados de la Sección Segunda la absolución, al considerar que se vulneraron los derechos fundamentales del acusado al realizar la rueda de reconocimiento en la Comisaría. De forma subsidiaria, pidió que, en caso de ser condenado, se le aplicase la atenuante de embriaguez y que tan sólo se le impusiera una