Romería.- El buen tiempo acompaña a la patrona en su día grande

Cientos de jiennenses arropan a Santa Catalina
Jornada de convivencia para familias y amigos
En Paralelo
Un sol radiante acompañó a Santa Catalina en sinuoso recorrido por la carretera que conduce al Castillo que lleva su nombre. La copatrona de la capital procesionó, en su día grande, arropada por centenares de personas que, animadas por el buen tiempo, no quisieron faltar a su cita con la tradición.

    26 nov 2008 / 00:00 H.

    Javier esturillo / Jaén
    Fue un 25 de noviembre especial. Hacía mucho tiempo que no se recordaba una mañana tan radiante en la festividad de Santa Catalina. Ni una sola nube en el cielo y una sensación de frío que no era lo suficientemente intensa como para arrebatar a los jiennenses las ganas de disfrutar de un día de campo con la familia.
    La singularidad de la romería de Santa Catalina reside precisamente en su ambiente. Se vive en familia y entre amigos. Es lo más parecido a una jornada de convivencia. Y esto la hace más especial si cabe. “Subimos todos los años. Solemos quedar con más gente arriba, en el Castillo, para comer y pasar un buen rato”. El testimonio de la familia López-Martínez se puede trasladar al de la mayoría de jiennenses que, ayer, decidió participar en la procesión. La imagen de Santa Catalina abandonó la parroquia de La Inmaculada y San Pedro Pascual a las diez en punto de la mañana. Escoltada por seis guardias alumnos de la Academia de Baeza, la copatrona comenzó su ascensión hacia la fortaleza, donde la esperaban cientos de personas en el patio de armas, lugar donde se ofició la Eucaristía en su honor.
    Bajo los sones de las marchas de la Agrupación Musical de María Auxiliadora, la solemne procesión fue poco a poco adentrándose en el bosque de pino que preside el cerro donde se ubica el Castillo. La comitiva, encabezada por el hermano mayor de la cofradía de la copatrona, Juan Antonio Rubio, y las autoridades, hizo el camino sin prisa, pero sin pausa. Santa Catalina llegó a su destino pasadas las doce del mediodía. Portada a hombros por un grupo de anderos, la imagen accedió al patio de armas de la fortaleza. Allí, en un sencillo altar, el capellán de la Academia de la Baeza, Víctor Fernández, ofició la misa que dio paso al mejor momento del día para muchos: la comida. Las barras de los puestos instalados en las faldas del Castillo no daban abasto para atender la demanda de cervezas, raciones de migas, paella y, por su puesto, la estrella del menú romero: la sardina, a diez euros el plato. El sol y el buen tiempo fueron los causantes de que los chiringuitos hicieran, ayer, su particular “agosto”. Por unas horas, los jiennenses se olvidaron de la crisis para dar rienda suelta a la alegría. “Un día es un día”, exclamó Juan Pedro, un vecino del barrio de El Tomillo, una zona que, al igual que San Felipe, La Alcantarilla y La Glorieta, vive de un modo especial la romería de Santa Catalina.
    Con el cuerpo lleno y con la sensación de haber “echado un buen rato”, el cerro comenzó a despoblarse al atardecer. Era el momento de regresar a casa hasta una próxima ocasión.


    Testimonio
    La alcaldesa llegó tarde.
    Presencia de concejales en los actos de la Patrona
    El Ayuntamiento de Jaén estuvo representado en los actos en honor de Santa Catalina por concejales del equipo de Gobierno y de la oposición. La concejal de Promoción Económica, María del Mar Shaw, fue la encargada de encabezar la comitiva en ausencia de la alcaldesa, Carmen Peñalver, quien llegó tarde a la procesión, por su participación en la concentración celebrada en la Plaza de las Batallas con motivo del Día Internacional Contra la Violencia Doméstica.

    Sin incidencias
    Amplio dispositivo de seguridad en el cerro
    El Ayuntamiento de Jaén estableció, ayer, un importante dispositivo de seguridad con motivo de la romería de Santa Catalina. Agentes de la Policía Local, del Cuerpo de Bomberos y de Protección Civil se desplegaron por todo el cerro para controlar los accesos y velar por la seguridad de los asistentes. No hubo apenas incidencias ni tampoco colapsos en el tráfico. La mayoría de la gente utilizó el transporte público para subir al Castillo.

    Éxito de la iniciativa
    Los autobuses urbanos, llenos hasta la bandera
    La iniciativa de poner los autobuses urbanos gratis resultó, un año más, todo un éxito. Los jiennenses volvieron a optar por este medio de transporte para desplazarse hasta el Castillo. Los vehículos abandonaban la Plaza de las Batallas llenos hasta la bandera. Personas mayores y familias enteras aguardaban pacientemente para subir hasta el cerro. Los servicios se realizaron cada media hora con parada en la Plaza de Santa María.