¡Viva la gente de Jaén!
Baltasar Garzón se lleva el doctorado 'honoris causa' de la Universidad de Jaén, después de recibir 21 antes en el extranjero. Joaquín Sabina rinde el mejor homenaje a su hermano y a su familia asistiendo a la despedida de su querido 'Curro'. Y, de postre, la batuta de Anquela fulmina al Real Madrid. ¡Ooohh!

Habrá quien nos llame integristas, que no es malo si uno busca el bien de la comunidad sin hacer daño a nadie. O los habrá, muy suyos ellos, que estando por encima del bien y del mal sin nunca haber hecho nada por los que tienen alrededor, digan que somos nacionalistas de Jaén. Pues sí, sin tapujos. Esta semana que ahora concluye y que viene, dicen, a dar paso a las lluvias de otoño que van a engordar la aceituna, ha sido una de las más felices de esta tierra en los últimos tiempos. Si les hablo de alegría no debería hacerles acopio de negativismo, pero les recuerdo de dónde venimos, del paro cada vez más sangrante en esta tierra, de los inmigrantes que llegan por cientos a buscar un trabajo que no hay y un aceite que no vale lo que debiera, para refrescarles que esta semana han triunfado Garzón, Sabina y Juan Antonio Albacete Anquela. Alegría, que siempre es buena, especialmente en los tiempos convulsos como los de ahora mismo. Felicidad y alegría porque triunfe en su tierra Baltasar Garzón, que ahí estaba la Universidad de Jaén, en su sitio y valiente ella, para ser la primera en España en concederle el “doctorado honoris causa”. Felicidad y alegría porque un señor triunfante y admirado juglar de noches y días como Joaquín Sabina no olvide sus raíces de Jaén y a su familia de Úbeda y venga a la despedida de su hermano policía a “contaminarse” de la buena gente de Jaén: Bueno, sencillamente magnífico, ver cómo Sabina le hace un soneto a su “Curro” del alma, en público. O cómo Enrique Morente le canta una nana a la madre de Garzón y, qué momento más bello, Paco Ibáñez, en su honor, guitarra en la mano, interprete, como nadie ha sido capaz nunca, el “Andaluces de Jaén” de Miguel Hernández. Magnífico, maravilloso para todos los que allí estaban. Y excepcionalmente bueno fue para Jaén, madridismo aparte, que un señor de su casa, de su pueblo y de su gente detoda la vida, le gane la partida, sin dudas de ningún tipo, a un poder establecido como el Real Madrid. Es por ello que he de decir sin ambages de ninún tipo, que viva la gente de Jaén como Juan Antonio Albacete Anquela.