¿Te atreves a soñar?

Todo lo que somos lo hemos aprendido de un modo u otro y, de la misma forma, nuestra cultura depende de nuestra 'lectura'. Asimilamos y acomodamos términos que son producto de nuestra enseñanza. La lectura nos abre caminos con diferentes senderos y nos cede la elección de optar por aquellos que nos son más interesantes.

    18 jul 2013 / 14:20 H.

    En esa elección residen nuestros gustos y preferencias. Construimos nuestra realidad según la manera en la que observamos ésta pero podemos conseguir otras realidades ficticias que nos permitan evadirnos de nuestro día a día. En este caso, la lectura entra en acción recreándonos lugares exóticos, mágicos, ambientes lúgubres o armoniosos. “El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta el modo imperativo”, escribía Borges, y es que no se debe imponer esta acción tan enriquecedora para nuestro intelecto. Quien no disfruta con la lectura no podrá averiguar los secretos que ésta encierra, y es que solo sumergiéndonos en las líneas de un libro, podremos comprender en qué océanos nos empapamos. Novela, poesía, teatro, tantos géneros y subgéneros a nuestro alcance para que nos sintamos cómodos con ellos, y tantas temáticas diversas, que es imposible no manifestar ningún acercamiento a este hábito tan saludable y recomendable por la sociedad, en general, y no sólo por la de autores. La lectura estimula nuestra mente, reeduca nuestra capacidad para reflexionar y, en definitiva, nos carga de cultura. ¿Te atreves a soñar? Abre un libro y verás.

    Maestra
    Rosario Sabariego