Isabel Rueda lleva con fe la pesada "cruz" de su día a día
Aveces parece que el destino se ceba, especialmente, con algunas personas. Este es el caso de Isabel Rueda, una vecina del núcleo de Cequia, en Ermita Nueva. Además de sufrir el sinsabor de ver cómo su hija lucha desde la distancia —reside en Benidorm (Alicante)— contra un cáncer de mama, debe arrastrar lo que califica de “cruz”. Y es que con ella residen dos ancianos que son dependientes totales. Se trata de su marido, de ochenta y un años, que sufre la enfermedad de Alzheimer, y su madre, de ochenta y ocho, que es sorda y ciega. Así, atendiendo a ambos de manera simultánea, lleva tiempo. La situación empeora porque ella tiene dolores de huesos y en las piernas.

Esta responsabilidad permanente, que no conoce de festivos ni días libres, impide que Isabel Rueda pueda marcharse para atender a su hija, por la que está muy preocupada. “Creo que empiezo a deprimirme”, recalca. Su día a día es complicado. En el caso concreto de su progenitora, la comunicación resulta bastante complicada ya que, al no percibir estímulos visuales ni auditivos, interactúa con ella apretándole la mano. Incluso es prácticamente imposible mantener una conversación, aunque sea muy simple, con la anciana de Ermita Nueva.
aUXILIO. Ante el panorama, Isabel Rueda cuenta con la ayuda de una cuidadora, que se desplaza hasta su vivienda por la mañana. Sin embargo, su deseo es que la Administración pública incremente el apoyo a través de la ley de la dependencia. En este sentido considera imprescindible que alguna persona le eche también una mano por las tardes, pues ella y sus otras hijas no dan abasto. La ermiteña se muestra agradecida con la Junta de Andalucía, puesto que acaba de concederle una grúa con la que podrán mover a su madre con mayor facilidad.
Por otro lado, Rueda destaca la trascendencia de la noticia sobre la petición de ayuda de su hija de Benidorm, María del Carmen Gutiérrez, quien denuncia que la Generalitat Valenciana no la autoriza a seguir un tratamiento de quimioterapia con trastuzumab em-tansina, que le dio muy buenos resultados en el pasado, porque, según ella, la Administración levantina no está dispuesta a pagar un fármaco que cuesta más de cinco mil euros al mes. La paciente ha recibido numerosos testimonios de respaldo tras la información publicada por Diario JAÉN.