¡Que nos pregunten!

Juan Manuel Chica Cruz desde ÚBEDA. '¿Playa o montaña?' Era una pregunta habitual en periodos vacacionales de la España de antes de la crisis. Ahora, muchos pueden ir a la playa y a la montaña en cualquier época del año. Ventajas de esta crisis porque ha estirado ad infinitum, sea lo que sea eso, el periodo ocioso en detrimento del laboral.

    03 abr 2013 / 16:55 H.

    De igual modo, cuando haya elecciones al parlamento nacional, autonómico o alcaldías uno podría preguntarle a su amigo, a su vecino o a su pareja “¿Playa o montaña?” Ante su mirada fingida de estupor le aclararíamos: “¿Qué corrupción política va más con tu estilo?” Tristemente, es la idea que con el peso de los hechos va calando sobre nuestra gruesa clase política que como los michelines por más que hagamos nunca se van, tienden a aumentar y siempre están recordándonos nuestras miserias y poca voluntad. Ya sabemos que la política es algo noble y virtuoso pero viendo el esfuerzo que ponen muchos de los que están allí en desmentirlo uno piensa qué más que elegir políticos se decanta, en realidad, por un sistema de corrupción. Uno grande, fino y delicado de pistas de esquí de lujo, evasión a paraísos fiscales de ensueño, privatizaciones en connivencia con las empresas que se adueñaran del pastel y repartos de manera ordenada y educada en sobres negros sobre blanco y otro más pedestre y bobalicón de esconder dineros, en el campo, o bajo la cama y de despilfarrar dinero público en estupefacientes, alcohol y lupanares, colocando a amiguetes hasta en la sopa sin ere. ¿Pistas de esquí en Suiza y Canadá o paseitos por entre olivares y sierras? Deberían preguntarnos en las siguientes elecciones.