¿Qué hacer?

Juan Ortega Anguita (Candidato número 3 a las Elecciones al Parlamento de Andalucía por Jaén)/Desde Jaén. Ante la disyuntiva que se nos presenta en nuestra organización y con el panorama económico de fondo, esta es la pregunta del millón:

    24 abr 2012 / 10:59 H.

    ¿Qué hacer? Como persona, como candidato, que he sido en las listas de Izquierda Unida por Jaén, he tenido la experiencia de volver a recorrer la provincia, parte de los 97 pueblos y de sus carreteras para transmitir nuestro programa, nuestras ideas, nuestras pretensiones. Todo ello, de una manera didáctica y perfectamente programada por la organización, con temáticas diarias y con temáticas programáticas. Todos los candidatos y participantes en la campaña, hemos ido preconizando por la provincia, de forma didáctica y pedagógica, las políticas prioritarias que nos hemos planteado en nuestro programa (secundado y consensuado por más de veinte organizaciones y las asambleas locales), las políticas que proponíamos, los temas prioritarios: la renta básica, empleo, la educación, la sanidad, el medio ambiente, reforma fiscal, etcétera. Estoy seguro que toda aquella persona que haya seguido nuestra campaña no podrá dudar de que lo que decíamos nos lo creíamos, no eran aseveraciones vanas, no eran augurios “per se” no, esta vez, con unos medios en inferioridad de condiciones, con las cuentas corrientes tiritando, sin el poder mediático de otras fuerzas, hemos hecho una campaña humilde pero fuerte, coherente, digna y hemos conseguido que nuestras propuestas se las hayan creído gran parte del electorado.
    En un principio, teníamos tres máximas: 1) Frenar al PP en Despeñaperros. Porque en cuatro meses ha dilapidado gran parte de las políticas sociales que se han conseguido durante años, lustros, incluso siglos y porque está dejado de las manos de los mercados financieros, léase Merkel y Sarkozy. La primera tarjeta de visita ha sido la de llevar a cabo —decretazo va, decretazo viene— una reforma laboral impropia de un país europeo y del siglo XXI. 2) Parar al bipartidismo y conseguir que ningún partido tuviera mayoría absoluta. Aunque esta era una labor ardua y muy difícil, dado el apoyo de muchos medios de comunicación y nuestra poca presencia en los espacios y horas punta en la RTVA. 3) Intentar consolidar los diputados que teníamos y trabajar para que en el Parlamento de Sevilla estuvieran representadas todas las provincias de nuestra Andalucía. Sabíamos que por Jaén nadie (aunque sea triste decirlo) daba “un duro” por nosotros y más si tenemos en cuenta que era la provincia que había perdido población y, por tanto, un parlamentario; es decir pasábamos de tener la posibilidad de 12 a tener, realmente, 11. Con las ganas, el ímpetu, el trabajo y la ilusión de todos los militantes y simpatizantes de IU-LV-CA, desde los que han/hemos pegado carteles hasta los que hemos estado presentes en los pueblos de nuestra provincia, hemos conseguido un diputado, el que hasta hace unos días era alcalde de Canena, Juan Serrano. Pero no ha sido el último, hemos conseguido el número 10. Se ve que parte de la provincia ha entendido nuestro mensaje y ha optado por darnos su confianza. Una vez planteados esos objetivos, siempre hemos acabado nuestros actos diciendo, que estábamos preparados para gobernar. Ahora, con los tres objetivos conseguidos, se nos presenta la posibilidad de tomar parte en la política activa, pero no solo en el Parlamento, sino donde nosotros la sabemos hacer: en la calle y en el gobierno. Como todo el mundo sabe, es muy difícil interpretar qué es lo que quieren la mayoría de nuestros votantes, porque en el voto no hay un mensaje explícito. No lo permite la Ley electoral. Pero el sistema de organización de esta fuerza política es diferente al de otras. Dentro de nuestros estatutos, en caso de tener la opción de gobernar en coalición es preceptivo, según el artículo 42.2, plantear y convocar un referéndum entre toda su militancia. La situación es la que hay. El pueblo andaluz ha querido que tuviéramos 12 diputados (seis hombres y seis mujeres), no ha decidido que fueran ni 6 ni 40. Pero ¿Acaso no estamos donde nosotros queríamos? Ahora toca responder a este respaldo con responsabilidad, con tranquilidad, con transparencia y con el riesgo que supone tomar una decisión de esta índole. Hagamos lo que hagamos vamos a ser objeto de críticas. Pero si se es político y no se admiten las críticas nunca avanzaremos. Esa decisión, la de estar o no dentro del gobierno, la de apoyar puntualmente, será la que se dilucide el próximo día 24 de abril una vez planteadas las propuestas que nos ofrecen y que se han ido analizando en las Comisiones de negociación, las cuales han tenido informados puntualmente a todos sus dirigentes provinciales y locales. Si hemos sido capaces de frenar al PP, si se nos ha reconocido nuestro trabajo; si hemos conseguido que no haya mayorías absolutas y si hemos sido capaces de llevar representación política de todas las provincias a Sevilla, no sería muy coherente optar por rehuir el mandato que nos ha sido encomendado. Si hemos sido capaces de todo eso y siempre hemos preconizado en nuestros actos que estamos preparados para gobernar, pues adelante, es el momento de dar el paso. Eso sí, con luz y taquígrafos en cada una de las líneas de los acuerdos y con nuestro programa, siempre, como referencia. Como dice Julio Begara, “los ciudadanos quieren conocer las medidas que les permitan seguir viviendo”. Si todo eso está recogido en nuestro programa y tenemos la posibilidad de aplicarlo. ¿Cómo se puede aplicar mejor? ¿Desde dentro o desde fuera? Otra forma de gobernar es posible, hagámosla y démosla a conocer.