¡Que arte, maestro!
Tengo medio centenar de corresponsales anónimos que me envían a diario correos electrónicos. No conozco a ninguno porque firman con seudónimos, salvo dos canarias que remiten textos literarios y convocatorias de manifestaciones en Las Palmas y Tenerife. Supongo que habrán logrado mi dirección electrónica porque figura en artículos publicados en otros medios.
Los más interesantes los remite Enano viejo un jubilado de Telefónica, viejísimo militante de izquierdas que envía los artículos de José Luis Sampedro o Vicenç Navarro, el ganador del Premio Anagrama de Ensayo con Bienestar insuficiente, democracia incompleta. Exacto. El que firma como Barquero expresa su disconformidad con mis textos cargándome de insultos. Se ha liberado de complejos y en los últimos meses se su sitúa a la derecha del PP, justo en esa corriente que crece con José María Aznar, el marido con el que la alcaldesa madrileña, Ana Botella, se fue de fiestas en Portugal al día siguiente del gravísimo suceso del Madrid Arena. No quiero salirme de la parva mediática que guarda silencio a la portuguesa, cada cual que saque sus conclusiones, mientras escribo sobre los corresponsales electrónicos. El más sorprendente, intrigante, el que pregunta como la policía de las películas. Solo hace eso, preguntar sobre cuestiones que debería formularle a algunos de esos que saben de todo e intervienen en El Gato al Agua. No las introduce ni las explica, va siempre como dardo a la diana: “¿Qué hacemos con la mula y el buey?” La leo y me quedo como un bético la noche del partido con el Sevilla, tan confundido como la afición madridista con la tristeza de Cristiano Ronaldo. Luego, averiguo que B-XVI ha escrito un libro en el que escribe que en el portal de Belén no pintan nada los animalitos, y pienso que él puede hacer lo que le parezca con su Nacimiento, pero en el mío seguirán porque me costaron un dinerito y además no molestan a nadie. B-XVI puede seguir rectificando tradiciones, pero como alguna roce la Semana Santa se va a enterar de lo que vale un peine en Andalucía. La pregunta de ayer se refería al país de Argantonio. “¿Cuál es la noticia andaluza que más te ha impactado este año?”. No tengo chispas de dudas ni necesidad de calentarme la cabeza, está clarísimo que la proporcionó el señor Lillo, subdelegado del Gobierno en Jaén, cuando recordó como Borges un sueño, y propuso llenar la sede del antiguo Gobierno Civil con las banderas de los pueblos jiennenses. Ninguna otra idea puede competir con una que va a solucionar la mitad de los problemas de la provincia, tan convencido estoy que le sugiero que los domingos por la mañana las saque en procesión, primero por los barrios de la capital y luego en Lupión, Mengíbar y Venta de los Santos. No se lo he comentado al preguntador porque nunca contesto a los anónimos, pero tenía que decírselo al señor Lillo: ¡Que arte, maestro!
J.J. Fernández Trevijano es periodista